Bolsa, mercados y cotizaciones

Menor castigo de los analistas por Grecia a la banca española

Se cumplen dos meses desde que las bolsas europeas iniciaran la profunda corrección en los mercados cuyos efectos aún continúan.

En este periplo si hay un sector del mercado que puede servir de barómetro de la situación ese es el financiero, ya que la caída generalizada en los mercados bursátiles viene motivada por la crisis de la deuda en la eurozona, la indefinición de los líderes políticos a la hora de afrontarla y a la exposición de las entidades financieras ante la deuda helena.

Una cuestión, esta última, que para nada resulta baladí, ya que el Fondo Monetario Internacional (FMI) cifra en aproximadamente 300.000 millones de euros el impacto directo que han tenido en los bancos europeos las tensiones en torno a los problemas de la deuda soberana en los países de la zona euro desde que esta crisis comenzara en 2010. De hecho, Christine Lagarde, la actual directora gerente de este organismo, recordó la necesidad de recapitalizarse de estos bancos.

En todo este clima, los descensos que acumulan de media las acciones de las compañías del sector financiero europeo son de un 29%. Una caída mucho más acelerada que los recortes de valoración que los analistas han ejecutado desde el 23 de julio hasta ahora a estas entidades.

Concretamente, un 16% es el tijeretazo del precio objetivo medio a los bancos europeos, aunque hay matices considerables en los sectores bancarios de cada país. Así, los bancos españoles reciben un trato mejor que sus homólogos europeos.

La rebaja de valoración que han experimentado ha sido en torno a un 9,5%, dejando al margen al Banco de Valencia, que se convierte en la oveja negra del grupo con un recorte de su precio objetivo de más de un 77%, además esta entidad ostenta una recomendación de venta desde el 9 de julio de 2008.

Entre las claves que explican que la valoración los bancos españoles no hayan sido especialmente amonestados está su reducida exposición a deuda peligrosa. Así, la cantidad de estos activos que tienen en sus cuentas es de 448 millones de euros, una exposición mucho mas reducida que otros países europeos.

Los bancos españoles no son los únicos de las llamadas economías periféricas en los que se deteriora menos la valoración. De hecho, Irlanda es el único país en el Viejo Continente al que el consenso de mercado eleva la valoración de la banca en un 13% en este periplo.

Sin perder de vista, que el sector bancario del otrora Tigre Celta está nacionalizado y, por tanto, sostenido por los 67.500 millones de euros de ayuda que recibió por su intervención. Una gestión de ese dinero que las firmas de expertos parecen ver con buenos ojos a tenor de las revisiones de la valoración efectuadas y de las expectativas de ganancias.

De hecho, en el caso de Bank of Ireland los analistas han dado un giro de 180 grados en estos dos meses y frente a las pérdidas de 1.053 millones de euros que estimaban el 23 de julio, a día de hoy le presumen un ingreso neto de 168 millones de euros.

Pero no todos los países que conforman el grupo de los PIIGS salen mejor parados, Italia es un ejemplo. Su elevada deuda pública, superior a su PIB, no sólo ha hecho mella en la credibilidad del estado ante los mercados para hacer frente a sus obligaciones, también en la opinión que tienen los analistas sobre sus bancos se ha visto fuertemente deteriorada, así se ve en la rebaja del 22% de su valoración y en el recorte de rating de S&P a siete bancos italianos.

Grecia, foco de contagio

Grecia, como es de esperar, se lleva el mayor tijeretazo del consenso de mercado para su sector financiero, por encima del 40%. Sobre sus perspectivas de ganancias se estiman que todos sus bancos incurran en pérdidas al cierre de este año. La única excepción es TT Hellenic Postbank, que se le prevén unas ganancias de 33 millones de euros.

Sin embargo los problemas financieros griegos ni mucho menos se quedan dentro de las fronteras de este país. Así lo vemos en el sector financiero francés uno de los más expuestos al devenir de la crisis griega, ante la cantidad de deuda helena que tienen en balance sus bancos. Según datos del EBA (European Banking Authority) asciende a los 9.900 millones de euros.

No es la única, los bancos alemanes acumulan 7.300 millones en activos de este tipo. Aunque son similares en términos absolutos, el tijeretazo es mucho mayor para la banca francesa que la alemana.

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