Una de las leyes de Murphy afirma: "Si algo puede salir mal, saldrá mal". Algo parecido se veía ayer en las principales referencias europeas: al contrario que otras veces, cuando los mercados descontaban con alzas el advenimiento de una nueva barra libre de estímulos a la economía estadounidense, ayer el sentimiento era el contrario.
Los inversores no las tenían todas consigo, y si bien el sesgo bajista ya estuvo presente en la apertura de la sesión en Europa, estas dudas fueron virando hacia el pesimismo con cada vez mayor fuerza a medida que avanzaba la jornada.
Pero ojo, pues la reunión de la Fed no fue el único motivo por el que las bolsas volvieron a caer. Ayer volvía a los parqués el hecho que ha terminado por dejar de ser una novedad para ser una constante en la dinámica de las bolsas europeas, la consabida crisis de la deuda soberana. Se suponía que la noticia del día eran las nuevas medidas de austeridad en Grecia para desbloquear el sexto tramo de ayudas procedentes de la UE, valorado en 8.000 millones de euros.
Efectivamente, el país lo hizo, al anunciar un recorte del 20 por ciento en las pensiones superiores a los 1.200 euros. Pero esta noticia llegó con las bolsas ya cerradas. Además, vino acompañada de una nueva petición desde Bruselas, que el país heleno redujese el coste de las expropaciones para estimular así la inversión de fondos europeos.
Alemania y después Europa
El cierre de las principales referencias en el Viejo Continente también dio pie a la comparación con otra ley de Murphy: "La tostada siempre cae por el lado de la mantequilla". La razón, que puestos a castigar con pérdidas, los bajistas centraron su atención en el mercado alemán, refutando lo que se ha visto en las últimas semanas: si el Dax alemán era el más alcista gracias a los vientos de la recuperación, ahora que ha cambiado la corriente y todo apunta hacia una nueva recesión -o eso descuentan los mercados-, ante cualquier atisbo de malas noticias es también el Dax el que más sufre.
Concretamente, ayer el principal indicador germano retrocedió un 2,47 por ciento, hasta los 5.433,8 puntos. Tres de sus principales valores -K+S, Lufthansa y RWE- se desplomaron más del 5 por ciento, siendo la compañía especializada en fertilizantes la más bajista. En el año, el índice de la bolsa de Francfort cede más de un 21 por ciento. De continuar con esta racha hasta el cierre del ejercicio, 2011 sería el primer año en negativo del Dax 30 desde 2008, año que terminó con caídas del 40 por ciento.
Después de Alemania, el segundo parqué que más sufrió la indecisión en las horas previas a la reunión de la Fed (convocada a las 20:15 hora española) fue la principal referencia europea. El EuroStoxx 50 terminó la sesión con caídas que rozaban el 2 por ciento. El fichaje más reciente del indicador, Inditex, terminó la sesión como el único alcista, mientras que RWE, CRH y Deutsche Böerse fueronlos más castigados. El analista de Ágora A.F. para Ecotrader Carlos Doblado explicaba que "tras el ajuste, que podría no haber terminado, esperamos una nueva fase de recuperación que sí pueda llevar a los precios más allá de una directriz bajista que presenta demasiado pendiente para ser sostenible a medio plazo".
El Ftse/Mib terminó como el tercer indicador más bajista, al caer un 1,65 por ciento, con la circunstancia añadida de la resaca tras el recorte del rating de Italia por Standard & Poor's, que ayer volvió a mover ficha al recortar a última hora la calificación de 7 bancos italianos, entre ellos Intesa Sanpaolo.