La unión hizo la fuerza. Después de la acción coordinada de los bancos centrales para dar liquidez en dólares al sector financiero, las principales bolsas europeas reaccionaron con grandes alzas generalizadas. El comunicado lanzado por el Banco Central Europeo (BCE) permitió que continuara el rebote por tercera jornada consecutiva.
En sólo tres días el principal indicador de la bolsa española se ha anotado un 9,12 %, por encima incluso del 8,6 % y el 6,7 % que han conseguido las plazas de Frankfurt y París. En la periferia europea, el portugués PSI se ha revalorizado un 5,2 % y el italiano FTSE Mib, un 8,7 %.
El giro que dieron los mercados, iniciado el martes, encontró ayer el aliciente perfecto para parar la sangría que sobre todo azotaba a la banca europea a principios de semana, pues con las operaciones de liquidez anunciadas se soluciona uno de los problemas que se achaca ahora al sector. Sin embargo, los protagonistas en el selectivo español no sólo han sido las entidades financieras. Los títulos de Iberdrola, Mediaset, Técnicas Reunidas, Gas Natural y Telefónica se han anotado alzas de más del 10 % (ver gráfico).
Ayer, ni siquiera la publicación de datos macroeconómicos en EEUU por debajo de lo esperado -se conocieron las peticiones semanales de desempleo, el IPC y los datos de la Fed de Filadelfia y Nueva York- auguó la fiesta a los alcistas. Los inversores están ahora más pendientes de las palabras de los principales mandatarios, que por ahora son el único argumento al que pueden agarrarse las alzas. "Las declaraciones políticas son las que están marcando el ritmo de las bolsas. Y estas declaraciones están mostrando una contundencia sin precedentes en Europa, generando un optimismo sobre el futuro de Grecia que no se veía desde el anuncio del segundo plan de rescate en julio", afirma Daniel Pingarrón, estratega de mercados de IG Markets.
Los mercados siguen a merced de lo que se fragüe en las reuniones de los dirigentes europeos. Y los bajistas pueden encontrar la excusa este fin de semana si la reunión del Ecofin, en la que coinciden los ministros de Economía de los países de la eurozona, no da todos los frutos esperados.
Un 'hasta luego'
Pero, paso a paso. A la espera de lo que ocurra en próximas jornadas, lo que sí que lograron ayer los bancos centrales es que los inversores regresaran a la renta variable. Esto se dejó notar en los habituales activos con menos riesgo a los que normalmente guía el miedo.
El precio de la onza de oro descendió por segunda sesión consecutiva y tocó los 1.772 dólares, su precio más bajo desde el 25 de agosto. Y si las inversiones no se dirigieron hacia el activo refugio por excelencia, tampoco lo hicieron hacia la deuda considerada más segura: el bund alemán y el T-Note americano.
La rentabilidad del primero de ellos ha pasado del 1,74 al 1,92 % -el interés sube cuando el precio cae- en estas tres jornadas alcistas en la renta variable. Y el segundo ha regresado a niveles que no veía en tres semanas. Si la percepción de riesgo continúa así, las bolsas son las claras beneficiadas.
"Mientras mayores sean los sustos que den los activos refugio, más factible es que veamos a los activos de riesgo ir consolidando las subidas", explica Miguel Ángel Paz, director de gestión de Unicorp.
El crudo también se unió ayer a la fiesta alcista de las bolsas. El precio del barril de Brent, de referencia en Europa, superó los 116 dólares, al subir hasta un 3,3 %.