Bolsa, mercados y cotizaciones

Renta fija alemana y estadounidense, las manzanas de la discordia

A la espera de que haya más visibilidad a ambos lados del Atlántico sobre qué medidas económicas se tomarán para atajar la vuelta a la recesión, el pánico ha provocado avalanchas de compras, llevando a la deuda germana y americana a mínimos históricos. El interrogante es saber si estamos en una tendencia con la que se ganaría más dinero o una burbuja.

Los inversores en bonos hacen asunciones "ridículamente conservadoras". Con esta rotundidad se expresó el miércoles de la semana pasada Bob Doll, el estratega jefe de la gestora BlackRock, mostrando su preferencia por abrir posiciones en renta variable aprovechando el abaratamiento de las bolsas... Pero claro, a ver quién compra ahora acciones, pensará más de uno, teniendo en cuenta la que está cayendo. Sólo dentro de la eurozona se pueden contar como instigadores de la volatilidad bursátil los siguientes factores: la negociación del segundo rescate a Grecia, las dudas sobre la solvencia de Italia, la fragilidad del euro y su superviviencia, la necesidad de recapitalización de parte del sistema bancario del Viejo Continente... La suma de todos estos hechos han llevado al bono alemán a diez años a ser más activo refugio que nunca, pues su rentabilidad ha caído a mínimos históricos del 1,743 por ciento. Lo mismo ocurre con el americano, cuya economía se debate entre la mayor tasa de paro conocida desde la Gran Depresión y la necesidad de estímulos económicos (QE3 a la vista) y el anuncio de recortes de impuestos y control del gasto público anunciado por Obama, que han llevado la deuda a diez años -T-Note- a rentabilidades inéditas del 1,918 por ciento.

Estas caídas en el rendimiento, que en renta fija se producen cuando sube la demanda (y por tanto, el precio), tienen una serie de implicaciones. La primera, la más obvia, es que al ser el bund la vara de medir para calcular el riesgo que ofrece el resto de la deuda europea, cuanto más caiga su rentabilidad -y no esté acompañada de caídas similares en otros países-más se pueden ensanchar las diferentes primas de riesgo, poniendo en una situación muy delicada a algunas naciones que ya están pasando apuros, como España e Italia.

Pero hay una segunda implicación. La incertidumbre es tal en el panorama que la renta fija -antes un oasis apto para los inversores conservadores como contra los que carga el estratega jefe de BlackRock- que se está empezando a volverse casi tan inestable y volátil como la variable.

Delimitar escenarios

En el fondo, todo se reduce a dos preguntas: ¿seguirá cayendo la rentabilidad de la deuda alemana y la estadounidense? ¿o volverán los inversores a vender bonos tras la sobrecompra de las últimas semanas?

Es muy importante intentar delimitar al máximo posible ambos escenarios pues, según el posicionamiento que tome el inversor, al cabo de unos meses éste podrá morder una manzana muy dulce... o encontrarse con un gusano.

Desde Ahorro Corporación denominan a estas dos posibles hipótesis "la solución" y "el fin del mundo", es decir, que "o bien se solucionan las tensiones financieras europeas o bien Europa se ve abocada a una grave crisis económica, financiera e institucional de graves consecuencias".

Efectivamente, aunque los mercados estén demandando la activación de una tercera sesión de estímulos económicos a cargo de la Fed para sacar de apuros a la economía estadounidense, es el Viejo Continente el principal punto de preocupación. De hecho, el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, declaraba el pasado martes: "Creo que EEUU presentará un lento crecimiento. No creo que vaya a caer en una segunda recesión, pero estos asuntos son muy difíciles de predecir porque hay eventos que desatan la incertidumbre en Europa y que podrían producir un reflujo hacia EEUU".

Desde Ahorro Corporación consideran que el bono alemán a diez años "no es una inversión atractiva" en ninguno de los dos casos, porque si llega la temida recesión, "podríamos asistir a un impago generalizado de los estados europeos, del que Alemania no resultaría inmune". Otros analistas coinciden en este punto: "A través de las valoraciones en bolsa, el mercado está preguntando por la necesidad de reestructuración de la deuda", declaraba el analista de Kepler Capital, Pierre Flabee, a Bloomberg. "Los países del sur de Europa entraron en una lógica que les llevará a reestructurar su deuda un día u otro", añadió.

Pero, y aquí está el matiz, desde la firma de análisis explican que si realmente la economía mundial no está en tan malas condiciones, consideran que "ofrecen más valor" los bonos de países como Italia o España. Un punto que comparte José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney: "Incluso si te crees lo que está descontando la curva de precios, que es una recesión, lo que también tienes que creerte es si Italia y España van a hacer un default o una quita. Porque si no, te puedes comprar un bono español a tres años y te va a dar una rentabilidad del 3,68 por ciento, mientras que un bono alemán a tres años te va a dar un 0,68 por ciento".

Los expertos calculan que al bund le queda ya poco margen de caída. De hecho, el consenso de analistas que recoge Bloomberg estima que el rendimiento del papel germano a diez años repuntará hasta el 2,55 por ciento durante el último trimestre del año. Pero este pronóstico no exime a quien acuda a la deuda germana para protegerse de otro riesgo. Lo ejemplificó la renta fija helvética la semana pasada: a causa de la sobredemanda, las letras helvéticas empezaron a ofrecer rentabilidades negativas.

¿Y los 'treasuries'?

Incluso a pesar de la rebaja de rating y del mal trago que ha pasado EEUU en los últimos meses por el riesgo de impago, el bono americano a diez años también ha sido el otro refugio al que han acudido en masa los inversores en renta fija.

Las previsiones de los expertos para la deuda americana van en la misma línea que para el caso germano, ya que el consenso de Bloomberg estima que el rendimiento de los títulos a diez años volverán a cotizar en torno al 2,6 por ciento. Sin embargo, el caso norteamericano presenta algunos matices: "La deuda de EEUU es más refugio que la alemana, porque el euro se está apreciando y el dinero se va a EEUU", explica José Carlos Díez desde Intermoney.

"La recomendación general es de mantener las duraciones reducidas porque el potencial para lograr rentabilidades es bajo", afirma Juan Ramón Caridad desde Swiss Market. Pero éste último puntualiza: "No obstante esto no quita en tramos de la curva americana, en 5 años, haya margen todavía para bajas de los tipos". En este sentido, Caridad apunta a un tercer activo de renta fija en el que puede fijarse el inversor, los bonos australianos: "En los tramos más cortos de la curva australiana hay que posicionarse claramente cortos, esperando paulatinas e inminentes subidas de tipos".

Existe otra opción dentro de la renta fija americana, la deuda emitida por las empresas estadounidenses. Según Carlos Doblado, analista de Ágora A.F. para Ecotrader, los bonos corporativos americanos mantienen"una de las pocas inercias alcistas que pueden verse hoy en día en la Bolsa de Nueva York"

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky