Bolsa, mercados y cotizaciones

Al abismo de 2009: nuevo mínimo anual

El pánico ha inundado la primera semana de septiembre. Aunque el pequeño rebote vivido en las bolsas a finales de agosto, invitaba a pensar que la situación estaba mejorando, la realidad ha golpeado de nuevo y el Ibex 35 se pegó un batacazo ayer y descendió un 4,44 por ciento marcando mínimos anuales al registrar 7.910,20 puntos, su cuarta peor sesión del ejercicio, pero no fue el único índice en tocar suelo.

Tanto el EuroStoxx 50 como el Dax alemán y el FTSE Mib italiano registraron mínimos anuales, al ceder un 4,14, 4,04 y 4,93 por ciento respectivamente. El Cac francés no llegó a este extremo, pero se quedó cerca ya que cerró en lo 2.974 puntos siendo su mínimo 2.965.

Al otro lado del Atlántico, después de que el anuncio de un nuevo paquete de empleo anunciado por el presidente de EEUU por 447.000 millones de dólares para impulsar su economía fuera acogido con cautela, el Dow Jones cedió a media sesión un 2,66 por ciento llegando también a mínimos anuales al bajar hasta los 10.415,24 puntos. La misma suerte corrió el Nasdaq que no escapó de tocar el suelo al caer a los 1.886,14 puntos.

En renta fija el panorama no fue más alentador. La prima de riesgo repuntó un 6,80 por ciento hasta los 338 puntos básicos.

Todo esto como consecuencia de la alarma que saltaba ayer. Grecia puede entrar en deafult este mismo fin de semana, ya que expiraba el plazo de los acreedores para adherirse al programa de intercambio de bonos incluido en el segundo rescate del país. Por otro lado, también en la jornada de ayer, surgieron nuevas divisiones en el Banco Central Europeo (BCE), cuando Juergen Stark, economista jefe de la institución y miembro del consejo, presentó su dimisión debido a su presunta oposición al programa de compra de bonos.

Ante este panorama las sensaciones de que la situación vaya mejor se desvanecen, y la pinta con la que ha comenzado el mes no invita, precisamente, al optimismo.

Al inicio de semana las bolsas se desplomaban entre un 5 y un 3 por ciento, arrastradas por las caídas del sector bancario, uno de los más penalizados por la crisis de deuda soberana, y las malas noticias de la semana pasada. Por un lado estaba la incapacidad de Grecia para cumplir con el objetivo de déficit público de 7,6 por ciento del PIB, y por otro, el pésimo dato de desempleo en Estados Unidos, ya que en agosto no creó ningún puesto de trabajo cuando se esperaba que se creasen 68.000. Así pues, aunque el Ibex comenzó el mes en positivo, el lunes volvió a la dinámica habitual, las caídas. Registró un descenso del 4,69 por ciento y cerró en 8.066 puntos, la tercera peor bajada del ejercicio.

Los datos del PMI servicios de Europa y China también influyeron negativamente en la corrección, aunque ayer se conoció una noticia positiva para China ya que el IPC se frenó en agosto hasta un 6,2 por ciento interanual, al reducirse tres décimas con respecto al dato de julio en el que la inflación alcanzó su nivel más alto de los últimos 37 meses.

Un optimismo muy breve

Sin embargo la desestimación del Tribunal Constitucional alemán de las demandas contra la participación de Alemania en el primer rescate de Grecia el pasado miércoles, junto a las esperanzas puestas en la reunión del BCE y el discurso de Obama el jueves, propició un rebote en las plazas europeas. Las bolsas alemanas e italianas se convirtieron en las más alcistas del Viejo Continente con alzas superiores al 4 por ciento, lo que supuso sus mayores subidas diarias desde mayo de 2010.

El resto de parqués europeos siguieron el mismo comportamiento al registrar subidas en torno al 3 por ciento de media, salvo el Ibex 35 que subió un 2,77 por ciento lastrado por el comportamiento de la banca, el sector de más peso del selectivo.

Pero esta situación no duró demasiado, ya que tras las palabras de Jean-Claude Trichet las bolsas retrocedieron. El presidente del BCE anunció que se mantendrían los tipos de interés en el 1,5 por ciento, que la inflación sigue siendo elevada y permanecerá por encima del 2 por ciento hasta finales del año que viene. Además, la entidad monetaria prevé que la zona del euro crecerá en 2012 una media del 1,3 por ciento, en un rango entre el 0,4 por ciento y el 2,2 por ciento EL BCE preveía en junio que el producto interior bruto (PIB) del área euro iba a crecer en 2012 entre un 0,6 y un 2,8 por ciento, con una media del 1,7 por ciento.

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