BERLÍN (Reuters) - El malestar por el fracaso de Grecia en cumplir sus objetivos fiscales, impuestos como condición para su rescate internacional, está a punto de estallar en Alemania y Países Bajos, donde políticos destacados hablan abiertamente de una posible salida de Grecia de la eurozona.
El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schaeuble, dijo el jueves al Parlamento en Berlín que "depende de Grecia si puede cumplir las condiciones necesarias para la membresía en la moneda única"
Los líderes de la eurozona han descartado hasta ahora la idea de que un país abandone la eurozona, señalando que atraería el desastre sobre ese país y causaría graves problemas sistémicos en otros socios del grupo de 17 países.
Pero algunos empiezan a hablar ahora de lo impensable, posiblemente para intentar empujar a Atenas a tomar medidas más drásticas.
Schaeuble ha elevado su retórica desde que la "troika" de inspectores de la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo suspendieron la semana pasada las conversaciones sobre el pago de un nuevo tramo de ayuda a Grecia, debido a una recaída respecto a sus objetivos de déficit.
Horst Seehofer, líder de la Unión Social Cristiana de Baviera (CSU) fue la primera figura destacada alemana en proponer abiertamente que Grecia podría verse obligada en algún momento a dejar el grupo de moneda única, en una entrevista con el periódico Bild el miércoles.
Sus palabras expresaban lo que muchos legisladores y ministros llevan semanas susurrando a puerta cerrada, según fuentes bien informadas.
El primer ministro holandés, Marj Rutte, dijo en una propuesta publicada el miércoles que los que incumpliesen sus requisitos fiscales y se negaran a ceder soberanía sobre sus presupuestos a un nuevo responsable europeo de "disciplina", deberían dejar el bloque.
"Los países que no están preparados para colocarse bajo administración pueden optar por la posibilidad de dejar la eurozona", dijo Rutte.
El ministro de finanzas del país dijo que tanto Alemania como Finlandia apoyan la iniciativa.
"NO HAY DEBATE"
La troika de inspectores tiene previsto volver la semana que viene a Atenas, pero su abrupta marcha ha reforzado una sensación extendida en el norte de Europa de que el Gobierno griego simplemente no está dispuesto a tomar las draconianas medidas requeridas para cumplir las condiciones del rescate de 110.000 millones de euros que firmaron en mayo de 2010.
El portavoz del Gobierno griego Ilias Mosialos se vio obligado a negar el jueves que la salida fuera posible, y un portavoz de la Comisión Europea dijo que "no hay debate en absoluto" sobre el tema.
"No hay amenaza de que Grecia abandone la eurozona", dijo Mosialos. "Las conversaciones con la troika continúan la semana que viene para examinar cambios estructurales y presupuestos para 2011 y 2012".
La intervención del portavoz coincidió con la publicación de nuevos datos que indican que la economía griega, en su tercer año de recesión, se contrajo en el segundo trimestre a un ritmo del 7,3 por ciento anual. El paro se ha disparado al 16,0 por ciento respecto al 11,6 por ciento en junio de 2010, poco después de que Grecia firmase su paquete de rescate.
En julio, los líderes europeos se vieron forzados a crear un segundo paquete de volumen similar para Grecia porque el primer resultó ser demasiado pequeño. Pero ese segundo rescate, que debe ratificarse en los próximos meses ante parlamentos nacionales, está ahora en peligro.
"Un debate sobre el segundo rescate de Grecia es, a la vista de las dificultades en el programa actual de Grecia - pagar el siguiente tramo - muy prematuro", dijo Schaeuble al Parlamento en un discurso.
La canciller alemana Angela Merkel rechazó hablar sobre una salida de Grecia esta semana, advirtiendo de un peligroso "efecto dominó" si el miembro más débil del bloque se fuera.
Un alto cargo de la UE dijo a Reuters que una salida de la eurozona es inconcebible por la inestabilidad que produciría.
"No, porque si tuvieras 17 menos uno, terminarías con 17 menos cuatro, cinco, seis u ocho", dijo. "La eurozona no es una cafetería de la que entras y sales. La interdependencia financiera y monetaria es tan grande, tan fuerte (...) que el destino de un miembro crea problemas para todos los demás".
"Le aseguro que Alemania está tan convencida como yo de que abandonar la eurozona no es una opción en absoluto para nadie", añadió.
Pero la incapacidad de Grecia para cumplir sus objetivos ha planteado serias dudas sobre los países débiles de la eurozona tienen incentivos suficientes para reformar, y es una creciente e importan fuente de preocupación en Berlín.
"Si los gobiernos de la eurozona creen que son demasiado grandes o están demasiado interconectados como para que se les permita caer, entonces hay un significativo peligro moral", escribió el jueves en una nota el analista de J.P. Morgan David Mackie.
"Éste ha sido claramente un problema con el bajo rendimiento actual de Grecia, y se hizo evidente en Italia en agosto en relación a la compra de bonos del BCE. Pero la música para este baile podría estar a punto de parar. La marcha de la troika de Atenas la semana pasada sugiere un alto nivel de frustración ante lo que ofrece Grecia, y ahora hay serias dudas sobre la liberación del sector tramo del paquete de rescate original", añadió.
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