Bolsa, mercados y cotizaciones

Trichet añade más leña a la incertidumbre

El presidente del Banco Central Europeo (BCE) ha confirmado lo evidente: el crecimiento se enfría y con él, la inflación. Un viraje con el que pone fin por el momento a las subidas de los tipos. Eso sí, sin abrir la puerta a posibles rebajas, algo que decepciona en los mercados.

El BCE, en la penúltima reunión como presidente de Jean-Claude Trichet, ha mantenido los tipos de interés en el 1,5%. Si alguien esperaba otra cosa, o no conoce el ADN de la institución o estaba cegado por el corazón más que por la cabeza. Tras haber encarecido el precio del dinero dos veces en 2011 -en abril y en julio-, hubiera sido demasiado para una institución tan ortodoxa -y orgullosa- como el BCE. Además, no conviene olvidar que hasta hace dos meses, el mercado esperaba incluso un repunte en la reunión de hoy, con lo que el cambio que supone haber mantenido los intereses ya es relevante.

Ahora bien, el mercado esperaba más. Un mensaje más claro acerca de la posibilidad de que la entidad comience a reducir los tipos en breve. Pero Trichet no ha soltado prenda al respecto. Por el contrario, sí ha insistido en que los riesgos bajistas sobre el crecimiento son mayores y que la inflación ha dejado atrás los riesgos alcista y se encamina hacia un terreno más equilibrado. Vamos, que la economía está perdiendo fuelle.

Esta asimetría ha introducido más incertidumbre, precisamente el mayor problema que preside la situación económica actual, según ha afirmado el propio Trichet. Su ambivalencia, su lenguaje greenspaniano, en combinación con los decepcionantes datos de empleo conocidos en EEUU, ha causado un vuelco en los mercados en pocos minutos. Y esto, por desgracia, se ha convertido en la tónica dominante en las últimas comparecencias de prensa de Trichet, ante las que los inversores cogen oxígeno porque no saben por dónde puede salir el -aún- presidente del BCE.

Eso sí, la siguiente será la última vez que se vean las caras. La de octubre será la última reunión que presida Trichet, que abandonará su cargo el día 31 de octubre. Sería curioso que las circunstancias le obligaran a despedirse con una rebaja de los tipos, puesto que eso certificaría que las subidas acometidas este año fueron precipitadas, erróneas. Parece difícil. Pero eso mismo ocurrió en 2008, cuando la quiebra de Lehman Brothers forzó a la institución a reducir el precio del dinero en octubre, después de haberlo aumentado, en medio de las críticas, tres meses antes. Ese recuerdo suena a palabras mayores. Al fin y al cabo, Lehman fue Lehman... Pero, cuidado, esta crisis ha llenado el mundo de cisnes negros. Y nunca se sabe.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky