Para el sector tecnológico ha acabado un agosto de importantes movimientos. La renuncia de Steve Jobs como capitán de Apple, la compra de Motorola Mobility por parte de Google o la intención de HP de separar su negocio de ordenadores personales son algunos de los cambios bruscos que asimila el sector y que también recogen los expertos en sus expectativas.
El objetivo de HP, comunicado el 18 de agosto, ha provocado que desde ese día los analistas confíen en que su último aumento de dividendo será sostenible. El consenso de mercado fija ahora en 0,48 dólares el importe anual que repartirá el grupo con cargo a 2012.
La tecnológica, que ya ha aclarado esta semana que no venderá su parte de ordenadores personales sino que realizará un spin off (división de unidades de negocio), incrementó en junio, por primera vez en más de una década, su dividendo trimestral. La última cifra abonada fue de 0,12 dólares. Hasta 1998 era habitual que aumentara el importe abonado a sus accionistas, por lo que este giro en su política podría traer nuevos años de mejoras. Sin embargo, antes de ese 18 de agosto el consenso de bancos de inversión estimaba un dividendo anual menor, de 0,34 dólares. Todo ello a pesar de que los expertos están recortando sus previsiones de beneficio para el grupo, tanto para este año, como para el próximo.
Lo que no ha cambiado HP es la posibilidad que ofrece a los accionistas de recibir el pago a través de acciones de la compañía. La tecnológica mantiene su Plan de Reinversión de dividendos, mediante el que un inversor que tenga al menos diez acciones de la compañía, puede canjear el dividendo por títulos.