Bolsa, mercados y cotizaciones

¿Y si la deuda emitida por EEUU ya ha tocado techo?

Se suele decir que el momento de vender es cuando el último bajista se vuelve alcista. Y eso parece que es lo que ha pasado con los bonos del Tesoro de EEUU. Bill Gross, el gestor más famoso de deuda del mundo, ha admitido que cometió un error en invierno cuando se puso bajista en los bonos. Según sus palabras, ese error le ha quitado el sueño durante el verano, porque la deuda estadounidense se ha disparado en precio durante meses por los temores a una nueva recesión y a un agravamiento de la crisis financiera.

Como es sabido, el precio de los bonos se mueve a la inversa que su rentabilidad. Ayer, el tipo del bono a 10 años se hundió hasta el 2,15%, mientras que el activo a 30 años se sitúa en el 3,5%, casi en mínimos históricos. La "rentabilidad real", es decir, la de los bonos protegidos contra la inflación (TIPS) también se ha hundido. Los TIPS a corto plazo descuentan una pérdida de poder de compra, y ni siquiera los tipos a largo ofrecen demasiado por encima de la inflación.

En estas circunstancias, es fácil hacer leña del árbol caído de Gross. Pero el éxito en la inversión no se basa tanto en predecir el futuro como en entender los riesgos y las probabilidades. Y cuando Gross se salió de los bonos estaba tomando una decisión razonable basada en los precios del momento y en los escenarios para el futuro, según Brett Arends, de MarketWatch.

Dinero para tapar el agujero

El Tío Sam está casi en quiebra. La deuda pública, que era de 3 billones de dólares hace una generación, ha subido hasta 15 billones, y se espera que en cinco años alcance los 20 billones. Además, el reciente debate sobre el techo de deuda ha mostrado que ningún partido se toma en serio la reducción del déficit.

Con este panorama, Arends considera que el único recurso que queda es que Bernanke imprima más dólares para cubrir el agujero. Tarde o temprano, eso va a hundir a los inversores en bonos como ha hecho ya con el dólar. ¿Y por qué nadie iba a prestar a una institución así a 30 años por sólo un 3,5% de interés? ¿O a 10 años al 2,2%?

Esto significa que los inversores están asumiendo el riesgo de una gran pérdida frente a una esperanza de una pequeña ganancia. Y cuando se gestiona el dinero de viudas y huérfanos, eso es importante y nadie quiere decepcionarlos.

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