Ha pasado con éxito las últimas pruebas (emisiones de letras a 3,6,12 y 18 meses) pero el de hoy era el primer test al que se enfrentaba el Tesoro con una emisión de bonos a largo plazo. Prtenedía captar entre 3.000 y 4.000 millones de euros y ha conseguido 3.621,22 millones de euros.
Era la primera vez que se enfrenta al mercado después de que el BCE decidiera reanudar en la segunda semana de agosto la compra de deuda de la periferia, después de que los diferenciales de España e Italia con respecto al bono alemán superaran los 400 puntos básicos. Y también es la primera vez en la que el mercado valorará la decisión del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero de reformar la Constitución, con el respaldo del Partido Popular, para introducir un límite de déficit.
Las condiciones eran propicias para que triunfase. La rentabilidad del bono español a diez años cotiza en el entorno del 5,04 por ciento frente al 5,62 por ciento del 7 de julio, la última vez que el Tesoro subastó bonos a 5 años. La prima de riesgo, sin embargo, se ha elevado desde los 265 de entonces a los 282 puntos actuales debido, sobre todo a la caída que ha experimentado el bono alemán en este periodo, del 2,91 al 2,27 por ciento.
También ha experimentado un retroceso la rentabilidad del bono que va a emitir el Tesoro, el de 5 años. Así, mientras que el 7 de julio colocó este tipo de títulos pagando un rendimiento del 4,87 por ciento, ahora han conseguido pagar un rendimiento medio de 4,489%, un 8% menos.
Sin embargo, como ya sucedió con la subasta de bonos a diez, siete y tres años que realizó Italia el martes, la caída de la rentabilidad ha ido acompañada de una caída de la demanda.Ha supuesto 1,76 veces la oferta, frente a las 2,85 veces de la última emisión.