El Banco Central Europeo (BCE) pisó el freno a la adquisición de deuda periférica. Concretamente, el Organismo Emisor aminoró en un 53 % la semana pasada la compra de bonos soberanos con respecto a la precedente. Así la cantidad adquirida fue de 6.651 millones de euros frente a los 14.290 que invirtió durante los siete días anteriores.
Si a esto se le añaden los 22.000 millones de euros que ya adquirió a principios del mes, entonces en lo que llevamos de agosto el BCE ha invertido un total de 42.942 millones de euros en la compra de bonos soberanos, el 37 % del importe total del programa desembolsado hasta la fecha.
El efecto de estas operaciones ha sido un bálsamo sobre las primas de riesgo, tanto española como italiana, ya que es en las emisiones de estos países en los que se ha concentrado el BCE su decisión de intervenir activamente en los mercados de deuda. En el caso español la rentabilidad extra que se le exige al bono a 10 años respecto al alemán por su mayor riesgo de impago pasó de los 375 puntos básicos a inicios de mes hasta los 280 actuales. Mientras que en el país transalpino, el descenso ha sido desde los 355 hasta los 286 puntos básicos.