En estos momentos es extraño encontrar entre los principales índices bursátiles mundiales alguno que no se sufra una caída de más del 3%. Todo ello debido a unos datos macroeconómicos del otro lado del Atlántico que han caído como un cóctel molotov sobre los mercados.
Hoy se esperaban la publicación de cuatro referencias macro en los EEUU: Las peticiones semanales pro subsidio de desempleo, los datos del IPC y de inflación subyacente, el indicador de negocios de la Fed de Filadelfia y las ventas de vivienda de segunda mano. Pues ninguno de los cuatro ha arrojado motivos para el optimismo, mas bien todo lo contrario. Sobre las peticiones de desempleo estas ascienden a las 408.000 solicitudes, ligeramente por encima de las 400.000 previstas. La inflación subyacente que excluye los precios de los alimentos y la energía se mantuvo en línea con lo esperado, no así el IPC que se incrementó en 5 décimas dejando la tasa interanual en el 3,6% frente al 3,3% que auguraban los expertos.
Pero lo que realmente ha caído como un jarro de agua fría sobre los inversores es el mal dato de viviendas de segunda mano y el pésimo resultado del indicador de la Fed de Filadelfia. En el caso de los inmuebles, las ventas descendieron un 3,5%,cuando se esperaba un aumento del 2,7%. Mientras que el índicador de Filadelfia, que mide la actividad industrial se situó en el mes de agosto en 30,7 puntos negativos, cuando los analistas esperaban dos puntos positivos. Un conjunto de datos que hace que la idea de que EEUU pueda volver ala recesión cobre fuerza entre los inversores.
Los índices europeos que salen peor parados son el Ibex con descensos en torno al 5,5%, El Dax, con caídas sobre el 5,8%, y el FTSE Mib que corrige un 6%. Por su parte el índice principale de la eurozona, el EuroStoxx 50 baja un 5,4%. en EEUU el Nasdaq 100 es el mas perjudicado con un descenso del 4,5%.