Bolsa, mercados y cotizaciones

"Me preocupa la falta de sensibilidad del Gobierno con las pensiones"

El consejero delegado de Fonditel, Luis Peña. Foto: Archivo
Nos recibe en su despacho con un puro en la mano y la convicción de ser "políticamente correcto" en esta entrevista. Y es que el consejero delegado de Fonditel, Luis Peña, es consciente de su fama de rebelde en las industrias de fondos y planes de pensiones. Pero pronto olvida la contención para dar su crítica visión de la reforma fiscal de los planes de pensiones y eso que ha suavizado su discurso contra esta nueva regulación.

Eso sí, a la hora de hablar de la crisis, baja el tono y le quita hierro. "El sistema financiero es sano, sobre todo el español, aunque ahora está afectado por una crisis de confianza", indica. Sin embargo, no ve claro el futuro más cercano de los mercados bursátiles: "Está muy complicado. Todavía no se ha cuantificado el agujero que hay en crédito y cómo está repartido. Y esto va a seguir lastrando la confianza, porque lo que tengo claro es que liquidez hay de sobra para cubrir el agujero, lo que falta es confianza para hacerlo".

¿Ha afectado la crisis a los productos de Fonditel?

En Fonditel tenemos todos los activos con valoración diaria o, como mucho, mensual; el problema es de las firmas que tienen que valorar a precio de mercado activos que no tienen precio. Como el mercado está seco, la cotización de estos activos tiende a cero.

¿Han vuelto los jamones a la campaña de fin de año?

Es curioso cómo están surgiendo elementos nuevos, se ha cambiado el regalo de la televisión por la contratación de un depósito de la entidad. Por lo menos, es buena idea porque ayuda a la banca a ingresar dinero y ofrece intereses a los clientes, mientras que la televisión la pagas hasta 500 veces con mejores rentabilidades.

¿Cómo se va a notar este año la reforma fiscal?

Hay un mareo de cifras y el sector lo va a notar claramente. Hay que tener en cuenta que hay dos hechos que se unen: el límite de aportaciones y la percepción de la calle de que el producto ha perdido el incentivo que tenía, que no es cierto. Personas que tengan un plan de empleo o mayores de 52 años son las que más lo notarán.

¿Quiere decir que al final no era para tanto el efecto negativo de la reforma sobre los planes?

Tampoco se ha contaminado tanto la industria, aunque entre los inversores existe mucha incertidumbre con lo que va a pasar. La gente cree que ha perdido su fiscalidad ventajosa, pero cuando hagan la declaración de la renta verán que tampoco ha sido para tanto. Hasta que no pase todo ese humo no se darán cuenta.

¿Y el papel del Gobierno?

Lo que me preocupa es la falta de sensibilidad que se ha tenido, no ha habido una defensa desde la Administración. Por otra parte, está pendiente la reforma de las pensiones públicas.

¿A qué se debe esta falta de sensibilidad?

No hay una necesidad clara de potenciarlo. Lo que ocurre es que al no ser un problema actual se va posponiendo para otros Gobiernos por el problema que va a suponer con los sindicatos, los empleados, los accionistas… y el Gobierno piensa que en 15 años no va a estar aquí. Ahora creo que se necesita algo de responsabilidad. Además vivimos un momento dulce que se debe aprovechar, con opciones como sacar al mercado un 10 por ciento del fondo de reserva.

¿Le gustaría a Fonditel participar en este proyecto?

Por supuesto, hay que ver qué van a hacer. Pero creo que somos candidatos natos a gestionarlo.

Pero el Gobierno quiere gestoras especializadas en empresas socialmente responsables.

Fonditel no invierte en empresas de armamento, por ejemplo. Otra cosa es que las gestoras inviertan en compañías que cumplan unos parámetros socialmente responsables, que son un número limitado o que la cartera esté obligada a tener un porcentaje en empresas que se dediquen a una determinada actividad. Ésta no es la mejor forma de construir la cartera, aunque es normal que el Gobierno lo quiera potenciar y que haya un porcentaje que se enfoque hacia estas empresas, por el efecto contagio que tiene. Además, hay una o dos gestoras que se dedican sólo a esto y su patrimonio es bajo.

La última oportunidad de que apareciera un plan de pensiones grande fue para los diputados y senadores pero se cambió por un plan de previsión social empresarial.

No existe una vocación de potenciar la figura del plan de pensiones . Nadie los va a destruir, pero el seguro tiene liquidez… es otro producto distinto. Pueden ser un complemento para la jubilación pero los planes de pensiones sí que está claro que tienen esa finalidad.

Son productos distintos pero el Gobierno intenta equipararlos…

Sí, es cierto. Hay una presión dentro del lobby de seguros, en Unespa, de tener los mismos productos que en las gestoras de planes de pensiones , y lo ha conseguido. Se les ha dado opciones a las aseguradoras para que comercialicen productos con el mismo incentivo fiscal. ¿A quién beneficia? Sólo a las aseguradoras. No creo que estemos yendo por el buen camino. Para potenciar el ahorro es más eficaz tomar medidas sobre los límites de aportación o mejorar la fiscalidad en el momento de la prestación que abrir los incentivos a un abanico de productos, poniendo un límite global a todos.

El reglamento de planes ampliará el abanico de activos en los que invertir, ¿es un buen paso?

Es otra reforma a la española porque parece que no dejará invertir en hedge funds de verdad. Moderno desde luego no es.

Pero eso se hizo para proteger a la industria española.

¿Es la obligación de la Dirección General de Seguros? ¿O es proteger los intereses de los inversores? Si la Administración quiere proteger los fondos de inversión libre que lo haga directamente sobre ese producto. No estoy de acuerdo con buscar esos beneficios colaterales. Hasta 2004 existía una regulación extraordinaria, muy abierta, con mucho sentido común y no entraba en la obsesión de paralizar los activos disponibles, porque las finanzas van a más velocidad que los reglamentos.

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