Bolsa, mercados y cotizaciones

El frenazo del motor germano acaba con el rebote bursátil

Poco necesitan los mercados para retomar las pérdidas y demostrar que las subidas de los últimos tres días eran poco consistentes. Un mal dato sobre el PIB de Alemania, que indica que ni siquiera el motor de la economía europea fue capaz de tirar en el segundo trimestre del año, fue el detonante para que las bolsas pusieran ayer punto y final a ese mínimo alivio bursátil.

 Aunque podía haber sido peor porque, apoyadas en la decisión de Fitch de reiterar la triple A a EEUU, las bolsas de la eurozona moderaron los descensos de las primeras horas de la sesión. El Ibex 35, que llegó a caer un 2,4 por ciento, cerró en los 8.674 puntos -su máximo de la jornada- tras dejarse sólo un 0,4 por ciento y negociar 1.995 millones de euros.

"Estos datos macroeconómicos, que ya tenían que haberse descontado, demuestran que la desaceleración del crecimiento económico es más fuerte de lo que se esperaba", asegura la analista de Renta 4, Nuria Álvarez. Y es que la preocupación por la debilidad de las economías de la eurozona hizo que los inversores ni siquiera recogieran en sus operaciones el resultado positivo de la subasta de letras a 12 y 18 meses del Tesoro español, donde consiguió colocar la deuda prevista a un coste menor. A pesar de que esto demuestra que la percepción del riesgo sobre el país ha disminuido tras la compra de bonos del BCE, la renta variable española sigue sin convencer. Y es que sólo dos (Ferrovial y CaixaBank) de los nueve valores que cerraron en positivo -entre los pesos pesados del indicador sólo lo consiguió Santander- lo hicieron con repuntes superiores al 1 por ciento.

"Los descensos en Europa se deben (además de a los datos de PIB) a una consolidación después de un rebote y afectan a valores que antes lo habían hecho bien, como los alemanes y los industriales", apunta Guillermo Escribano, de Metagestión. Así, los mercados italiano y alemán fueron los más bajistas al descender un 0,8 y un 0,45 por ciento, respectivamente, aunque ambos llegaron a desplomarse alrededor de un 3 por ciento.

Las caídas del Ftse Mib italiano se produjeron, además, el primer día en que la bolsa abrió después de que el gobierno trasalpino detallara en el fin de semana las duras medidas del plan de ajuste -el lunes permaneció cerrada por festivo-. Y a juzgar por el balance, los inversores dieron más importancia a las implicaciones que pueden tener en el crecimiento económico que a la muestra de compromiso por reducir el déficit.

Wall Street calma otra sangría

Los futuros parecían indicar que, en esta ocasión, Europa no iba a contar con el talismán estadounidense. Pero la decisión de Fitch de reiterar la triple A con perspectiva estable al considerar que los pilares fundamentales de la solvencia del país continúan "intactos" y el dato de que la producción industrial creció un 0,9 por ciento en julio, la mejor cifra en lo que va de 2011, trajo un poco de tranquilidad a Europa. Sin embargo, tras conocerse con el mercado europeo ya cerrado las conclusiones de la reunión que mantuvieron Sarkozy y Merkel para atajar la crisis de deuda (oposición a la creación de eurobonos y la propuesta de una gobernanza común en la eurozona), Wall Street se dejaba un 1 por ciento.

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