El BCE adquirió ayer unos 2.000 millones en bonos españoles e italianos. Mientras que los principales mercados mundiales temblaban por el pánico posterior a la rebaja del rating a EEUU, en la jornada de ayer las primas de riesgo española e italiana por fin pudieron tomarse un respiro. El diferencial del bono español a diez años respecto al alemán se relajó hasta los 289 puntos básicos desde los 369 con los que cerró el viernes, su mayor caída en un día desde el 10 de mayo de 2010. La diferencia entre el bono italiano y el germano se contrajo hasta los 302 puntos, desde los 373 del cierre de la semana pasada.
Estas caídas en la prima adicional que se le exige a la deuda de ambos países se reflejó también en el rendimiento de los bonos emitidos por ambos países periféricos. Después de transitar por rentabilidades superiores al 6% en ambos casos, la deuda española a diez años cayó hasta el 5,15%, mientras que el transalpino pasó a rentar un 5,28%.
¿850.000 millones?
Tras esta moderación desde máximos figuró la mano del Banco Central Europeo (BCE), que habría comprado papel español e italiano desembolsando una cantidad que oscilaría entre los 2.000 y los 10.000 millones de euros.
Un primer paso, aunque nada comparado con los 850.000 millones que, según Royal Bank of Scotland, las autoridades europeas tendrían que destinar en compras de bonos españoles e italianos.
El quid de esta cuestión es que todavía no existen datos oficiales sobre que efectivamente la entidad haya comprado deuda de ambos países. Es más, según anunció ayer la entidad, el BCE ya lleva 19 semanas sin comprar deuda en el mercado, porque en la última tampoco lo hizo.
Eso sí, con dos puntualizaciones: la primera, que sí compró activos irlandeses y lusos, pero no figura la cuantía porque aún no se ha liquidado la operación. Y, por otra parte, que dicho informe sólo recoge operaciones hasta el miércoles de la semana pasada. Durante su intervención del jueves, el propio Jean-Claude Trichet había dicho teatralmente que no le sorprendería que se viera "algo en el mercado" antes del final de la rueda de prensa.
En ausencia de confirmaciones oficiales, lo que habla es la evolución de los diferenciales y los títulos españoles e italianos. La prima de riesgo española cerró el jueves en el máximo histórico de 398 puntos, y la italiana en 389. Ese día, el bono español ofrecía un 6,28% y el italiano, el 6,2%.