Bolsa, mercados y cotizaciones

"Cuando EEUU estornuda ahora, el mundo ya no coge una neumonía"

Claire Simmonds, representante de producto de JPMorgan. Foto: Archivo
En el año en que los mercados han vivido su mayor terremoto financiero y la liquidez se ha frenado en seco en el sistema, los mercados emergentes viven un momento excelente, en el que multiplican por cuatro las ganancias de las mejores bolsas de países desarrollados. Para Claire Simmonds, representante de producto de JPMorgan, el optimismo está justificado.

Los mercados emergentes resisten cada vez mejor las crisis. ¿Cree que se han convertido en un refugio en los 'shocks' de la bolsa?

Efectivamente. Los mercados emergentes suben cerca de un 40 por ciento en dólares en el año, a pesar de los temores de recesión en EEUU y la crisis crediticia. Hemos visto cierta debilidad, pero relativamente limitada en comparación con tiempos pasados. Mucha gente piensa que estamos ante una crisis como la del 1998, pero al revés: entonces los problemas llegaron de los mercados emergentes; ahora de los occidentales, mientras los emergentes se muestran resistentes. Esto ilustra sus esfuerzos en reducir la deuda y aumentar la rentabilidad de los resultados empresariales. En cualquier caso, conviene tener claro que los problemas globales seguirán pesando y que los mercados emergentes no son inmunes, aunque estén mejor preparados.

¿Ha disminuido el efecto en estos mercados de los cambios en los tipos de interés en EEUU?

Hasta ahora se decía que cuando Estados Unidos estornudaba el mundo se cogía un resfriado, o incluso una neumonía, pero ya no es el caso. Ahora, cuando estornuda, el mundo simplemente estornuda también. Sin embargo, lo que pasa allí sigue impactando en los emergentes.

¿Cómo están las prácticas de gobierno corporativo? ¿Está mejorando?

Es uno de los aspectos más importantes al invertir en emergentes, y son muy distintos según el mercado. En Oriente Medio, por ejemplo, está mejorando sustancialmente, pero desde una tasa muy baja; si miras los mercados de Europa convergente, como República Checa, Polonia o Hungría, los niveles son mucho más altos. Por otra parte, en los mercados con influencia del estado, pueden darse grados muy distintos. En países como Rusia o China hay sectores dominados por el Gobierno, en los que el problema no son tanto las prácticas de gobierno corporativo, como ser consciente en algunos sectores estratégicos de que tu interés como accionista minoritario puede no estar alineado con el del Gobierno. Las prácticas corporativas son la piedra angular de nuestra filosofía de inversión y ponemos mucha atención en cada compañía.

En muchos mercados, como Rusia, no hay costumbre de pagar dividendos. ¿Cómo valoran este aspecto a la hora de invertir?

Depende mucho de cada país. Algunos mercados, como Israel, típicamente tienen compañías con altas retribuciones. Pero nosotros en la mayoría de ocasiones buscamos compañías que estén en las etapas iniciales de crecimiento, en las que la caja se usa sobre todo para reinvertirla y crecer y aprovechar las oportunidades, no para remunerar al accionista, por lo que la rentabilidad por dividendo de nuestra cartera está por debajo del índice.

En algunos mercados, sobre todo en América Latina, hay una ola de populismo político. ¿Cómo lo valoran a la hora de invertir?

Depende mucho de cada país. Algunos mercados, como Israel, típicamente tienen compañías con altas retribuciones. Pero nosotros en la mayoría de ocasiones buscamos compañías que estén en las etapas iniciales de crecimiento, en las que la caja se usa sobre todo para reinvertirla y crecer y aprovechar las oportunidades, no para remunerar al accionista, por lo que la rentabilidad por dividendo de nuestra cartera está por debajo del índice.

En algunos mercados, sobre todo en América Latina, hay una ola de populismo político. ¿Cómo lo valoran a la hora de invertir?

La política siempre genera ruido en los mercados por la incertidumbre sobre el resultado. Los inversores ponen en precio el riesgo político cuando se acercan los comicios. Pero en la mayoría de ocasiones el ruido sólo se produce a corto plazo, cuando nuestro horizontes de inversión en estos fondos es de 3 a 5 años. Por eso, no tratamos de predecir la política, aunque sí miramos como puede afectar individualmente a las compañías. Ese ruido genera oportunidades a corto plazo.

En sus presentaciones usted destaca el potencial de Sudáfrica ante el Mundial de Fútbol que albergará en 2010. ¿Tan importante es un evento como éste para un mercado en desarrollo?

No es sólo eso, pero sí ayuda a ilustrar el gasto en infraestructura que va a tener este país, que será importante. Pero, de hecho, en Sudáfrica estamos positivos sobre todo por la mejora del consumo doméstico. Nos gustan las compañías de servicios financieros, así como las de distribución minorista o telefonía móvil. Además, usamos Sudáfrica como una ventana para el África subsahariana. Hay empresas cotizadas en este país que se benefician del crecimiento en toda la región.

¿Y es fácil comprar y vender acciones en estos mercados?

Sí, en Sudáfrica sí, hay buena liquidez. Además, con mejores prácticas de gobierno corporativo que si lo haces directamente en empresas del resto de la región.

¿Y China? Gente como Alan Greenspan han dicho que en el mercado hay una burbuja. ¿Qué opina?

No hay duda de que hay una burbuja formándose, pero conviene recordar que las burbujas pueden hacerse muy grandes y durar mucho tiempo. La pregunta del millón de dólares es cuándo pinchará.

Pero casi nadie espera que se pinche antes de las Olimpiadas.

Se trata de un evento muy importante, pero aún lo es más el ciclo político de cinco años del Estado, y esto coincide casi con las Olimpiadas.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky