LA PAZ (Reuters) - El presidente de Bolivia ha sorprendido al plantear un referéndum revocatorio de su propio mandato y el de los nueve gobernadores regionales, como salida a la crisis política que afecta al país sudamericano.
"Si el pueblo dice 'se va Evo', no tengo ningún problema, soy el más demócrata. El pueblo dirá quiénes se van y quiénes se quedan para garantizar este proceso de cambio", aseguró Morales en su alocución radiotelevisada.
La llegada de Morales al poder en enero de 2006, con un respaldo sin precedentes del 54 por ciento de los electores, puso fin a un cuatrienio de inestabilidad política en el que la empobrecida Bolivia vio pasar cinco presidentes.
La tensión entre Morales y la oposición concentrada en gobernadores y líderes cívicos de cuatro y a veces cinco de los nueve departamentos se acrecentó esta semana con la denuncia de los opositores ante la OEA, a menos de dos semanas para que la Asamblea Constituyente vote en definitiva la nueva carta magna.
Los prefectos a los que Morales dijo que lanzaba un "desafío democrático" son los primeros gobernadores de departamento elegidos por voto popular en la historia boliviana, lo que complicó la gestión gubernamental del presidente indígena.
La sesión final de la Asamblea Constituyente debe realizarse a más tardar el 14 de diciembre, según el calendario político aprobado por el Congreso.