La incertidumbre ha vuelto a los mercados financieros y la moneda única padece las dudas que se han vuelto a afianzar en los inversores. Especialmente significativo fue su descenso frente al franco suizo, motivado porque la divisa helvética, en contextos de aversión al riesgo, actúa como valor refugio.
Concretamente cede un 1,65 por ciento hasta los 1,157 francos suizos, su mayor caída desde el pasado 11 de julio, pero pudo ser peor ya que intradía el tipo de cambio del euro frente a la moneda helvética cedió más de un 2 por ciento estableciendo su mínimo histórico en los 1,5199 francos.
Aunque el euro no cedió terreno en todos sus cruces, de hecho frente al dólar la divisa europea se movió prácticamente plana con una apreciación del 0,02 por ciento. Pero el billete verde fue la excepción, ya que respecto a la moneda nipona la divisa común sufrió un descenso del 0,22 puntos porcentuales ubicando su cambio en los 112,52 yenes por euro.
Estas fluctuaciones se derivan por las noticias que llegaron desde los EEUU, que han eclipsado el efecto del acuerdo sobre las bases de una restructuración suave de la deuda Griega. Demócratas y republicanos no avanzan en sus negociaciones para elevar el techo de deuda y la fecha límite, el 2 de agosto, está muy cerca. Esta semana todas las miradas estarán puestas en el Congreso americano a la espera de que finalmente los dos partidos alcancen un consenso que evite una parálisis gubernamental.
