
En una nueva prueba ante el mercado en menos de 48 horas, el Tesoro ha colocado hoy un total de 2.621 millones de euros en obligaciones a 10 y 15 años. La cifra está cerca del máximo previsto, 2.750 millones de euros, pero ha supuesto un mayor esfuerzo. Hoy, la demanda se ha reducido con respecto a la anterior subasta y la rentabilidad exigida ha subido. La prima de riesgo permanece sin cambios alrededor de los 315 puntos.
En concreto, ha vendido 1.807,2 millones de euros en obligaciones con vencimiento en 2021, con un interés medio del 5,896%, desde el 5,352% que tuvo que pagar en junio. La demanda de los inversores superó en 1,9 veces a la oferta, lo que supone un descenso de con respecto a junio, cuando se situó en 2,13 veces.
En cuanto a los títulos a 15 años, con vencimiento en 2021, se han colocado un total de 814,3 millones de euros y la rentabilidad al 6,191%, desde el 6,027% ofrecido en junio. El ratio de cobertura se situó en las 2,08 veces, por debajo de las 2,57 de hace un mes.
Precio récord
Además de captar prácticamente el máximo previsto con la operación -la horquilla iba de los 1.750 millones a los 2.750 millones-, el Tesoro ha logrado que el rendimiento se haya quedado por debajo del exigido en el mercado secundario, donde en estos momentos la rentabilidad de los bonos a 10 años sube y ronda el 5,96%.
Pero hay otra lectura: se trata del nivel más elevado desde 1997, o lo que es lo mismo, desde antes del nacimiento del euro.
Pese a que el interés de los inversores a sido menor, los analistas consideran que el resultado de la subasta ha sido positivo. "La demanda sigue siendo elevada si consideramos otras emisiones en Europa", destaca Jose Luis Martínez, estratega de Citi en España, quien considera que esto es lo que debe seguir primando en la valoración.