
Primero fue el Decreto Salgado, que limitó el interés que puede abonar la banca por los depósitos. Y ahora son las letras, cuyo rendimiento cabalga a los lomos de la crisis periférica. El caso es que las entidades españolas cada vez tienen más complicado captar dinero mediante los productos más conservadores que ofrecen a los clientes.
Más aún, tras el resultado con el que se saldó la subasta de letras a 12 y 18 meses que ejecutó ayer el Tesoro Público. Las primeras, el activo más popular de cuantos lanza el organismo emisor, se colocaron con un interés medio del 3,7%, el más alto desde 2008 y superior a la mayoría de los rendimientos que garantizan los bancos y las cajas españolas por sus depósitos a 12 meses.
Tan sólo hay que observar la oferta comercial de las entidades con mayor cuota de mercado en el negocio bancario nacional. Sólo dos de ellas, Banco Espirito Santo y Banco Pastor, ofrecen depósitos con una retribución superior al interés medio alcanzado en la colocación de ayer.
Cambios obligatorios
En el caso del banco luso la razón es obvia, puesto que no está sujeto al freno impuesto por el Real Decreto, en vigor desde el 4 de julio, al operar en nuestro país como sucursal y no como filial.
Banco Pastor es el único banco español que ofrece, a través de oficina directa, una remuneración superior a la rentabilidad de la última colocación del Tesoro a 12 meses. Desde el anuncio del Decreto Salgado, todos los bancos y cajas españoles han ido adaptando el interés de sus productos al tope impuesto quedando la rentabilidad media de la mayoría de ellos en torno al 3%.
Junto a la competencia que suponen para los depósitos, las letras también superan la rentabilidad por dividendo de 68 compañías cotizadas españolas, aunque las últimas caídas también provocan que otras 38 ofrezcan una retribución superior. A cambio, eso sí, el riesgo de estar en renta variable continúa siendo mayor que el de la deuda pública a corto plazo pese al impacto de la crisis soberana.
"Buen resultado"
El rendimiento al que se colocaron las letras a un año fue una de las notas destacadas de la emisión de ayer. Más que nada, porque ese 3,7% superó en un 37% el interés medio de junio. En cuanto a las letras a 18 meses, se colocaron con un rendimiento medio del 3,91%, un 20% más que en junio, el interés más alto en una década -el Tesoro interrumpió su emisión en 2008 y 2009-.
Pese al encarecimiento de la financiación, los expertos calificaron la colocación como "positiva". Apoyan esta valoración en el hecho de que el Tesoro, "en un entorno sumamente complicado", captó 4.448,4 millones de euros, muy cerca del objetivo máximo que se había propuesto, situado en los 4.500 millones. "El resultado de la subasta fue bueno. Los intereses estuvieron donde está el mercado. Y fue positivo que el Tesoro evitara que el rendimiento de los títulos a 18 meses alcanzara el 4%", razona un operador de una entidad española.
Con el Tesoro superando el test de estrés que suponía la emisión, el mercado dio una tregua a la deuda española. Las compras permitieron que el rendimiento de los títulos a 10 años cayera del 6,31 al 6,09 por ciento. A su vez, este movimiento propició que la prima de riesgo, medida por la diferencia entre la rentabilidad de los títulos españoles y alemanes a 10 años, bajara de los 367 a los 341 puntos básicos.
Italia también vivió un día más tranquilo. El rendimiento de sus bonos retrocedió al 5,73 por ciento y su prima, a los 305 puntos básicos. Ayudó el resultado de la subasta de letras a tres meses de Grecia, con la que captó 1.625 millones a un interés del 4,58 por ciento, inferior al 4,62 por ciento de junio.