El contexto de caídas generalizadas que ha vivido el Ibex 35 a lo largo de las últimas sesiones, y las pérdidas consecuentes para las compañías -especialmente el sector financiero por el encarecimiento del coste de financiación- obliga a poner especial atención en el calendario de vencimientos de deuda previstos para el corto plazo, y especialmente a fijarnos si hay compañías que sufren más que otras como consecuencia de su alto endeudamiento.
Las cotizadas del principal selectivo español tienen que hacer frente este año a unos vencimientos de deuda que ascienden a un importe por valor de 36.121 millones de euros.
Entre ellos, destacan los pagos de deudas por parte del sector financiero (que suponen más de un 60 por ciento del total) y de las compañías constructoras (un 23 por ciento), dos de los sectores que llevan arrastrando el castigo en la renta variable derivado del estallido de la burbuja del ladrillo, el recorte de gasto público en infraestructuras y de la desconfianza al sector financiero como consecuencia de la actual crisis de la deuda soberana.
Mientras las entidades financieras tienen que hacer frente a un pago mayor en términos absolutos, la mayoría de las constructoras atraviesan un mayor problema, puesto que la mayor parte de su deuda les vence en el corto plazo, con los problemas que ello conlleva.
La clave, el crédito para comprar Repsol
Dentro de este sector, la situación más delicada es la que sufre Sacyr, puesto que de su endeudamiento total de 7.980 millones de euros, tiene que afrontar compromisos financieros este año por un importe de 4.974 millones. Ademas existe otro factor a tener en cuenta. El conjunto de compromisos financieros de la constructora de aquí hasta el 2049 asciende a 7.980 millones de euros, por lo que la cantidad que tiene que reembolsar este ejercicio equivale al 62,33 por ciento de todo lo que debe.
Esta cantidad anormal de deuda se debe a que en 2011 vence el crédito sindicado que la compañía suscribió en 2006 con una serie de entidades financieras para poder pagar la adquisición del 20 por ciento del capital de Repsol. Así pues, fuentes cercanas a Sacyr explican que se trata de un vencimiento "especial" y destacan dos hechos: uno, que la constructora ha ido reduciendo puntualmente el principal en unos 300 millones de euros y dos, algo que ya se sabía, que Sacyr está renegociando la deuda con sus acreedores y que confía en llegar a un acuerdo en diciembre para su refinanciación.
Existe además un tercer hecho que se puede interpretar como un respaldo o aval para la compañía de Luis del Rivero, el positivo comportamiento que está mostrando Repsol, aunque en las últimas semanas está dando señales de debilidad. La petrolera se anota un avance del 2,28 por ciento en el año que la ha llevado a los niveles de 21,325 euros; al disponer de un potencial del 25,7 por ciento de acuerdo con la media de analistas, está cerca de alcanzar al precio por el que Sacyr adquirió el paquete de acciones, entre los 25 y los 26 euros la acción.
Por debajo del precio objetivo
El consenso de mercado recomienda mantener las acciones de la constructora que preside Del Rivero, y estima que el valor está cotizando casi un 55 por ciento por debajo de su precio objetivo, que es de 9,48 euros.
La siguiente compañía con mayor pago en términos relativos es también otra compañera del sector del ladrillo, como ACS, para la que el consenso de mercado recomienda mantener los títulos de la compañía presidida por Florentino Pérez, a pesar de reducirle la valoración recientemente, que es de 37,67 euros.
La constructora tiene que afrontar el pago de un 16,5 por ciento del total de deudas que soporta, cifra que se agudiza si obedecemos a los pagos a realizar en 2012, que suponen el 32 por ciento de todos sus compromisos financieros.
Para hacer frente a su alto endeudamiento y vencimientos a corto plazo, es probable que en las próximas semanas lleve a cabo la venta de sus activos en renovables y concesiones no estratégicas, lo que puede reducir sustancialmente su endeudamiento, a lo que podrían añadirse las ventas de activos de Hochtief, según apuntan distintos bancos de inversión. Además, la adquisición del 50 por ciento de su participada Hotchtief (46 por ciento actual) y la consolidación de sus cuentas debería mejorar sus ratios de deuda.
Mayores liquidaciones
En términos absolutos, el sector financiero es la oveja negra del indicador, puesto que las mayores liquidaciones de deuda de este año, en términos monetarios, son las que tienen que afrontar las dos principales entidades bancarias de la bolsa española, Santander y BBVA. No obstante, los compromisos que les expiran, si bien elevados, les resultan manejables dado el gran tamaño de ambos bancos.
La compañía dirigida por Emilio Botín es la que mayor cantidad ha de hacer frente; su vencimiento asciende a 9.792 millones de euros, un 5 por ciento del total de deudas que tendrá que hacer frente hasta 2054 (y que supone un total de 186.949 millones de euros). En cambio, la cifra de su máximo competidor, BBVA, alcanza los 6.702 millones de euros, un 7 por ciento del montante total (su calendario de deudas se extiende hasta el año 2050).
No sólo viven esta situación los dos grandes de la banca española. La cuantía de la deuda de CaixaBank que expira este año asciende a 3.785 millones de euros, un 7 por ciento de todas las deudas contraídas con vencimientos hasta 2022. Sabadell deberá hacer frente a un desembolso de 1.630 millones de euros, un 8,7 por ciento del total de endeudamiento de la entidad financiera.
Telefónica y Repsol
Dentro de las cotizadas que no forman parte de los dos sectores anteriormente mencionados (y que puede consultar en el gráfico) destaca el caso de Telefónica y Repsol. La teleco española, presidida por César Alierta, tiene unos vencimientos hasta 2037 de 52.850 millones de euros, pero sus obligaciones para este año únicamente ascienden a 448 millones de euros, lo que no llega a alcanzar un 1 por ciento del total de vencimientos, por lo que no siente la presión a corto plazo de sus vencimientos.
En el caso de la compañía petrolera Repsol, su situación es similar a la de Telefónica, puesto que este año únicamente tendrá que asumir el pago de 25 millones de euros, lo que representa un vencimiento del 0,42 por ciento de su endeudamiento total, que es de 5.918 millones de euros y que tendrá hasta el 2049 para hacer frente a la liquidación de sus compromisos financieros.
Incorporaciones para 2012
Además de las compañías ya citadas, en 2012 expirará también parte de la deuda de otros diez valores más del Ibex: Abertis, Ebro Foods, Enagas, FCC, Ferrovial, Gas Natural, IAG, Indra, Banco Popular y Red Eléctrica. De ellas, uno de los casos que destaca, para bien, es el de Indra: después de abonar los 36 millones de euros que tiene pendientes para el año que viene, ya no tendría más vencimientos a la vista. Otras compañías que también están a punto de liquidar sus compromisos pendientes, en el 2016 para ambos casos, son Ebro Foods y Amadeus. La primera deberá abonar 141 millones de euros y, la segunda, 1.200 millones.
En cualquier caso, el ejercicio que viene se presenta muy comprometido si se repasa el calendario de vencimientos, que sumados ascienden a 99.869 millones de euros, es decir, casi tres veces más que lo que queda para 2011. El grueso de esta cantidad la tendrán que abonar los bancos que cotizan en el selectivo, pues entre Bankinter, BBVA, CaixaBank, Popular, Sabadell y Santander suman dos tercios del total. De hecho, sólo el Santander tiene pendiente de pagar 38.320 millones de euros el año que viene (un 20,5 por ciento de su total, frente al 12,5 por ciento que tiene que hacer frente el BBVA), una cifra superior a la de todas las deudas pendientes para este año. La media de bancos de inversión recomienda mantener los títulos de todas las entidades salvo Popular y Sabadell, que ostentan sendos consejos de venta.
Para poder entender esta avalancha de pagos hay que retroceder dos años en el tiempo. En 2009, antes de la creación del Frob, los bancos tuvieron que acudir al mercado para poder financiarse in extremis con el aval del Tesoro español, que les imponía como condición que el plazo máximo de la emisión fuera a tres años.
En 2010, al recrudecerse más las condiciones para poder financiarse, muchas entidades sólo pudieron emitir deuda a un máximo de dos años porque no estaban en condiciones de ofrecer rentabilidades superiores. "El sector financiero afronta muchos vencimientos en 2011, porque expiran las emisiones de deuda garantizada de 2009 y los títulos a dos colocados en 2010" explica Fernando García, de Société Générale, que añade: "Precisamente por los vencimientos del próximo año, y aunque ya tienen sus necesidades de financiación cubiertas, Santander y BBVA saldrán al mercado para aprovechar las ventanas que se vayan abriendo".
Las compañías del Ibex que no tienen que llevar a cabo vencimientos y que gozan de una buena situación financiera al tener caja son: BME, Inditex, Técnicas Reunidas y Mediaset, antigua Telecinco.