El 80% de los inversores da el visto bueno a la fusión, que debe recibir la aprobación de las autoridades europeas.
Había peligro de que la boda entre la gestora de bolsas alemana, Deutsche Boerse, y su homóloga estadounidense, Nyse, acabara suspendiéndose como ya sucedió con el enlace entre la canadiense TMS y la London Stock Exchange. Pero finalmente los accionistas de la alemana han acabado dando el sí quiero a la fusión entre ambas plataformas. Se necesitaba que al menos un 75 por ciento de los accionistas accediera y la cifra ha ascendido al 80 por ciento. Ahora, para que esa fusión se haga efectiva basta sólo un trámite: que reciba el visto bueno de las autoridades de la competencia europea, que tienen que evaluar si la integración de ambas supondrá o no un monopolio en mercados como el de derivados.
Desde la bolsa alemana se muestran optimistas y defienden que la operación se hará efectiva antes de que finalice el año. Ya se conocen las principales condiciones: los alemanes se quedarán con el 60 por ciento de la gestora que resulte de la fusión y los americanos el 40 por ciento restante, las sinergias entre ambas ascenderán a 300 millones de euros, según los datos de Nyse, y la empresa resultante será la primera de su sector tanto en capitalización (más de 16.000 millones de euros) como en beneficio, ya que se espera que ambas acaben 2011 con un beneficio conjunto de 1.290 millones de euros. Sin embargo, en la fusión de ambas plataformas, la única que ha llegado a buen puesto tras el no de la bolsa de Australia a la de Singapur y la también negativa respuesta de la canadiense TMX a la bolsa de Londres, aún quedan flecos que atar. Uno de ellos es el nombre. Se ha descartado la posibilidad de que el nuevo operador se llame DB Nyse y algunos políticos estadounideses ya han señalado en varias ocasiones que debe ir el nombre de Nyse antes que el de Deutsche Boerse.
En todo caso, parece que la esperada fusión entre ambas plataformas caló poco ayer entre los inversores, que volvieron a demostrar que el compra con el rumor y vende con la noticia es más una realidad que un simple aforismo. De hecho, los títulos de Deutsche Boerse cerraron ayer la sesión con una caída del 0,54 por ciento mientras que los de Nyse cotizaban también con caídas. Desde que se anunció formalmente la fusión el 8 de febrero, ambas compañías acumulan caídas en bolsa que en el caso de la alemana se quedan en el 8 por ciento y que ascienden al 14 por ciento en el de Nyse. Además, esta última ha perdido su recomendación de compra durante este tiempo -Deutsche, sin embargo la mantiene- y ahora ostenta un consejo de mantener.
