Bolsa, mercados y cotizaciones

Los mercados ponen todas las alarmas en España y piden un adelanto electoral

España se mete de lleno en el ojo del huracán. La ausencia de una solución europea para el drama de Grecia, el contagio de éste a Italia y a nuestro propio país y, sobre todo, la parálisis que sufre el Gobierno que todavía preside José Luis Rodríguez Zapatero, incapaz de articular medida alguna, desataron ayer en los mercados una tormenta sin precedentes.

Así, la prima de riesgo española, medida por la diferencia entre los bonos españoles y alemanes a 10 años, se disparó ayer desde los 284 hasta los 335 puntos básicos, lo que supuso un incremento del 18 por ciento, marcando un máximo sin precedentes, pero hoy siguen los incrementos, situándose en los 371 puntos, un 10,6% más de lo que cerró en el día de ayer . Además, la rentabilidad de nuestros bonos también sufrió el castigo. En una sola sesión aumentó desde el 5,67 al 6%, es decir, se disparó 36 puntos básicos, una cifra que no rebasaba desde noviembre de 1997 y que también se ha incrementado fuertemente en el día de hoy, ya que es de un 6,2%, 20 puntos básicos más. El coste de asegurar la deuda española siguió la misma tendencia al alza.

El seguro de impago contra riesgo (CDS, por sus siglas en inglés) repuntó desde los 313 puntos a los 329 puntos básicos, lo que le sitúa en el octavo más alto del mundo, aunque hoy se acerca a Líbano, que ocupa la séptima posición, debido al fuerte incremento que está registrando, ya que se incrementa un 6% y alcanza los 350 puntos.

La tormenta también azotó al mercado de renta variable. Los temores de los inversores llevaron al Ibex 35 a ceder un 2,69% hasta los 9.670 puntos, lo que le hizo perder su soporte fijado en los 9.700 puntos. Y sin embargo, pudo ser peor. El principal selectivo español llegó a marcar un descenso en el día del 3,5%, que se mitigó al cierre de la sesión, aunque en la apertura de hoy cede un 2,6%, alcanzando los 9.419 puntos. La fuerte exposición del índice al sector financiero fue uno de los ingredientes claves.

Y es que la sombra del rescate planea de nuevo sobre España, mientras los inversores piden a gritos un adelanto de las elecciones generales. El país no aguanta hasta marzo, por mucho que Zapatero y algunos de sus estrategas piensen que el tiempo favorece sus opciones electorales. Los mercados exigen la llegada, ya, de un Ejecutivo nuevo, obviamente del PP, que sea capaz de poner en marcha un plan de acción valiente, con reformas de calado y medidas de choque que ayuden a recobrar la confianza en nuestra economía. Y deberá hacerlo en un periodo de tiempo lo más breve posible, al estilo de lo que hizo David Cameron nada más entrar en Downing Street.

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