El indicador español se aproxima al nuevo soporte de referencia, que se sitúa en los 9.200,tras caer a estas horas un 0,69%, con el Ibex en 9.338 puntos, su nivel más bajo en el año y cerca de su mínimo en 52 semanas, que marcó el pasado 11 de noviembre, cuando se situó en 9267 puntos. Entre los valores más castigados están BME, que cede un 4,5%, mientras que Sacyr y OHL sufren una caídas en torno al 4%.
El Ibex 35 ,el lunes volvió a acusar la factura: cayó un 2,69% al cierre, quedándose a una décima de igualar la peor sesión del año, aunque en el intradía llegó a dejarse un 3,5%. Eduardo Faus, desde Renta 4, explicaba que esta ligera recuperación se debió en parte a quienes aprovecharon para invertir a muy corto plazo.
Además, el indicador perdió el soporte clave de los 9.700 puntos, que tomaba a su vez como referencia los mínimos marcados por el selectivo hace dos semanas (ver gráfico). Según Carlos Doblado, analista de AAFI para Ecotrader, una vez roto este nivel psicológico el índice podría seguir profundizando las pérdidas hasta llegar a los 9.200, a los que se aproxima ya que cede a primera hora de hoy un 3,5% y se sitúa en 9.369 puntos.
Fueron varios los ingredientes que intervinieron en el cóctel bajista que vivió la bolsa española. Primordialmente, las señales de alarma que está emitiendo la renta fija: la rentabilidad del bono español en el 5,85% y la prima de riesgo por primera vez por encima de los 300 puntos. Señales, a su vez, que hicieron saltar órdenes de venta automatizadas que explicaron por qué el indicador español era (junto al italiano) el que peor se comportaba en los primeros compases de la sesión.
A esta situación se le debía añadir algo que los expertos constatan cada vez con más fuerza, que las ayudas económicas adicionales a Grecia sólo son un balón de oxígeno para calmar a los mercados. "Europa está dando una sensación de falta de agilidad, flexibilidad nula y tardanza en la toma de decisiones, y encima con el BCE subiendo los tipos. Al final el mercado está pagando esa desconfianza, porque está reflejando una valoración social de la gestión empresarial y política de la crisis", explica Pablo del Barrio, de XTB.
El tercer elemento que condicionó las caídas del Ibex 35 es un clásico: la fuerte exposición del índice al sector financiero, que a su vez fue el que recibió, una vez más, el castigo de los inversores. Las cotizaciones de Popular, Sabadell y Santander marcaron ayer mínimos anuales. Muy cerca se quedó BBVA, que se anotó un descenso del 4% hasta los 7,21 euros.
También en el selectivo italiano las mayores caídas fueron para dos de sus bancos, Unicredit e Intesa Sanpaolo. Ya el viernes vieron suspendida su cotización, al sufrir fuertes caídas tras anunciar Moody's que recortaría la nota de 16 entidades italianas. Ayer volvieron a anotarse descensos en torno al 6%.
El temor a un nuevo rescate provocó que el Ftse Mib liderase las caídas de la bolsa europea al seguir los inversores hurgando en la herida de la crisis de la deuda soberana. Ayer se publicaba un informe de J. P. Morgan en el que se explicaba que la economía italiana cuenta con problemas estructurales que "no sólo obstaculizan la tendencia al alza de un crecimiento económico, sino que parecen haber provocado una mayor desaceleración durante los últimos meses".
Las dudas en torno a la solvencia del país también desataron otra crisis, de signo político, dentro del gabinete de Gobierno de Silvio Berlusconi, y con efectos todavía más perversos. "La ola de ventas, impulsada en parte por los miedos a que el ministro de Economía Giulio Tremonti pueda ser forzado a renunciar, elevó los temores a que un contagio de las crisis de otros países pueda llegar hasta Italia", explica Javier Flores desde Dracon Parters. Según Flores, los miedos renovados a que la cuarta economía de la UE también tuviera que necesitar ayudas económicas desató la alarma dado que "el actual fondo de rescate de la Unión Europea no es suficientemente grande para proteger a Italia porque nunca fue diseñado para eso".
Qué hicieron otros índices
El EuroStoxx 50 también se pegó un batacazo, marcando su peor sesión desde el 29 de junio del año pasado, al ceder ayer un 2,9% y hoy sigue la misma tónica, con un descenso aún superior, puesto que cede un 3,4% a estas horas. Le acompañaron el Cac francés y el Dax alemán, con sendas caídas del 2,71 y el 2,33% ayer y muy similares en el día de hoy. Con todo, el indicador germano es uno de los que mejor están resistiendo el envite de la crisis de los PIIGS al seguir conservando el soporte clave de los 7.000, que hoy por el momento logra mantener.
Wall Street también abrió la sesión a la baja, cediendo el Dow Jones un 1,14, el Nasdaq un 1,72 y el S&P 500, otro de los índices que mejor está aguantando el tipo, un 1,79%. El mercado americano tenía sus propios problemas: a los devaneos en torno a la elevación o no del techo de su deuda, se le sumaron los pésimos datos sobre empleo que ya el viernes habían hecho mella en el parqué.