La agencia de calificación Moody's tiene para repartir entre todos. Primero, a última hora del martes, comunicó que había rebajado el rating de Portugal hasta el escalón de bono basura, provocando que toda la tensión que se había escapado de los parqués tras la clarificación de la situación de Grecia volviera al primer plano de la actualidad(ver página 21).
Pero, no contenta con esta medida, ayer volvió a la carga con un nuevo aviso que apuntaba al siguiente acto de importancia en la agenda económica: los test de estrés a la banca europea. Concretamente, Moody's publicó un informe en el que afirmaba que de las 91 entidades del Viejo Continente que se presentarán a la segunda edición de las pruebas de esfuerzo, 26 bancos no estarán en condiciones de sacar un aprobado. La agencia ha aclarado que esos suspensos serán de bancos que o bien ya disponen de calificaciones bajas o directamente no cuentan con una nota emitida por la entidad.
Moody's apostilló en su informe que, pese a que ha efectuado sus propias pruebas de resistencia a dichas entidades, los resultados que revelen las pruebas de la EBA (Autoridad Bancaria Europea) serán tenidos en cuenta -especialmente las debilidades que salgan a la luz- para eventuales revisiones de rating.
Suspensos sólo parciales
Las matizaciones realizadas por Moody's no han sentado del todo mal en el sector que, a pesar del malestar generalizado por la alarma desatada, se agarra a los suspensos parciales. Es decir, que aunque en un principio puedan recibir 'calabazas' una treintena de entidades europeas, éste resultado será el primero de los diferentes que va a publicar la autoridad europea. En esta edición, las pruebas contemplan varias notas. La primera de ellas, la más estricta de todas, no tiene en cuenta ni las ayudas públicas otorgadas en España ni los bonos convertibles, ni siquiera las provisiones genéricas contra impagos.
El resultado más relevante, indican fuentes de varias entidades, es el final, el que aparece en la última línea, que incluye esta serie de partidas como herramientas mitigadoras para cubrir las eventuales necesidades, además de las ayudas prometidas y todavía no desembolsadas a las cajas. "Este número será el que verdaderamente importe y lo de ayer de Moody's es tocar las narices", señalaron a este periódico desde una entidad española. El sector en nuestro país ha manifestado sus quejas por activa y por pasiva contra la decisión "discriminatoria" de publicar hasta cuatro resultados, porque "nos perjudica gravemente".
Más entidades bajo sospecha
Moody's no fue la única entidad en lanzar alertas sobre los resultados de los test de estrés. Ayer los analistas de Credit Suisse advertían en una nota remitida a los clientes de la entidad que las pruebas a la banca son en la práctica evaluaciones sobre los sistemas que tienen los gobiernos para sacarles de apuros, más que evaluaciones al propio sistema financiero. En la nota se afirmaba: "Todo el mundo puede hacer aritmética con los balances. La información que necesitan los mercados es si hay una estructura bien organizada y bien capitalizada para recapitalizar a los suspendidos", según recoge Bloomberg.
También de acuerdo con Credit Suisse, podrían suspender "5 ó 6" de los bancos y cajas españoles que se presenten al examen, "y necesitar hasta 12.000 millones de euros", por lo que en seis meses posteriores a la publicación de las pruebas tendrían que acudir al Frob para pedir en préstamo cantidades adicionales de dinero.
En cualquier caso, con independencia del estado de las cuentas que presenten a la EBA, el consenso de mercado ya ha hecho su criba en cuanto a qué entidades europeas es conveniente no tener en cartera. Concretamente, del Stoxx 600 bancario la media de analista señala con el consejo de venta a 12 bancos, de los cuales, los que tienen una recomendación de venta más clara son Bankinter y Sabadell (al que Fitch ya rebajó su rating la semana pasada, desde A hasta A-). El resto de compañías distinguidas con el farolillo rojo, entre las que también se encuentra Banco Popular,proceden todos de países de la periferia de Europa, con la excepción del sueco Skandinaviska Enskilda (ver gráfico).