El mercado de deuda se está jugando mucho en estos momentos y es preferible mantenerse al margen.
Cada vez son más los argumentos dentro del puzzle de correlaciones que apoyan un escenario de reestructuración alcista en las bolsas o de continuidad de la tendencia alcista si hablamos de Estados Unidos.
El último de ellos ha venido de la mano del bono alemán a 30 años (bund). La curva de precios de su rentabilidad superó las resistencias que presentaba a la altura del 3,72 por ciento, lo cual confirma un patrón de giro alcista en forma de cabeza y hombros invertido (hchi) que nos advierte que la tendencia bajista de las últimas semanas, que llevó a la rentabilidad a aproximarse a la zona clave del 3,5 por ciento, ha finalizado y abre la puerta a que se reanude la tendencia alcista de los últimos meses (ver gráfico).
Vientos de cambio para mejor
La ruptura de resistencias en la curva de tipos de largo plazo podría estar anticipando la posible superación de resistencias en los prin- cipales índices europeos, que en estos momentos tratan de batir resistencias clave que, de forma general, aparecen en los máximos de la semana pasada.
Por otro lado, el giro del bund (principal referencia europea), en el que la entrada de dinero inversor presionó al alza sus precios y suavizó por tanto sus rentabilidades, hace soñar con un cambio definitivo a mejor en la tendencia de los precios.
Sin embargo, en estos días la tendencia alcista en precios y bajista en tipos muestra síntomas de agotamiento. Y, por si fuera poco, ahora hay un factor clave que no estaba ahí: la deuda estadounidense, en todos sus plazos, sigue esta estela de pérdida de valor.
De hecho, el bono a 30 años, que suele ser un indicador adelantado del tono general de este mercado, está al borde de la confirmación bajista en su precio.
