
En una conferencia de la gestora JPMorgan con periodistas europeos, una diapositiva llamó la atención de algunos periodistas al comenzar las reuniones. En ellas se veía un coche modelo mini antiguo de la marca MG, algo deteriorado y con el siguiente rótulo sobreimpresionado: mercados emergentes en los años noventa. Justo al lado, había un Fórmula 1 de Ferrari. ¿Adivinan con qué le identificaba la gestora? "Los mercados emergentes hoy", decía la imagen.
¿Cómo se ha pasado de un extremo a otro? Claire Simmonds, directora de producto de JPMorgan, cree que hay dos claves. En primer lugar, que en el crecimiento económico de estos países "el crecimiento interno se ha convertido en uno de los factores más importantes y, por otro, que "estos países han dejado de ser los financiados por las potencias occidentales, para pasar a ser los financiadores".
Las cifras son reveladoras
Hace una década, los países desarrollados en conjunto tenían un superávit por cuenta corriente de 100.000 millones de dólares, mientras que los emergentes tenían una cifra muy similar... pero como déficit. Ahora las tornas han cambiado. Los endeudados, con un déficit superior a los 600.000 millones de dólares, son las potencias occidentales, sobre todo por culpa de Estados Unidos, mientras que los que están en desarrollo acumulan un superávit por cuenta corriente cercano a 700.000 millones de dólares.
A la luz de esta mejorada salud financiera, derivada en buena medida del encarecimiento de las materias primas, ya no sorprenden tanto las rentabilidades conseguidas por estos mercados en los últimos meses y en lo que va de año. Según datos de Morningstar a cierre de octubre, la categoría de fondos bolsa global emergentes avanza en 2007 un 40 por ciento. Por áreas geográficas, destaca la ganancia del 51 por ciento de los fondos que invierten en Asia sin hacerlo en Japón y la del 44 por ciento de los productos especializados en América Latina.
Ideas interesantes
Entre los productos de la categoría con mejor relación entre rentabilidad y riesgo, según las mediciones de Morningstar, destaca el Carmignac Emergentes , que en el año acumula una rentabilidad superior al 30 por ciento.
A finales de septiembre, su gestora Zhan Goldberg tenía como mercado con más peso en la cartera Brasil, con una ponderación superior al 20 por ciento, tras incrementar la exposición en el mes. Pero casi resulta más sorprendente su apuesta por las compañías coreanas, en las que tenía un 16,5 por ciento de la cartera.
Otro de los productos con cinco estrellas de Morningstar es el Pioneer Emerging Markets Equity. Sus gestores tenían muy claro que el castigo que se dio a muchos mercados emergentes por el estallido de las hipotecas de alto riesgo en Estados Unidos no tenía sentido: "En cuanto los inversores empezaron a darse cuenta en septiembre que la mayoría de empresas de países emergentes dependen muy poco del precio de los inmuebles en Arizona, la recuperación general fue tan fuerte que desató una locura compradora en China", dicen los gestores de la firma en uno de sus últimos informes.
¿Pero qué pasa si el batacazo del ladrillo se mantiene y Estados Unidos entra en recesión? "Esto dañaría las rentabilidades a corto plazo, pero el escenario de largo plazo a favor de invertir en emergentes sigue intacto", aseguran en Pioneer.
Los datos parecen respaldar estas tesis. Las compañías de mercados emergentes todavía suponen una cifra marginal de la capitalización mundial, cuando su población representa un 80 por ciento de la mundial.