Bolsa, mercados y cotizaciones

El Ibex entra en terreno negativo en el año

Esta semana no habría que preguntarse qué es lo que ha pasado, sino más bien qué es lo que no ha pasado. La función ha vuelto a cambiar, y a peor, y eso pese a que los actores protagonistas han sido los mismos de siempre: crisis de la deuda periférica, con Grecia como protagonista absoluta, dudas sobre el crecimiento en EEUU, con la aparición estelar de la reunión de la Fed, y comportamiento de las materias primas, con la AIE (Agencia Internacional de la Energía) como actor secundario, al anunciar la liberación de 60 millones de barriles de sus reservas.

La decisión de la AIE fue, de todas, la que más impacto tuvo en los mercados y en los periódicos. Pero no sólo por lo que supuso para el petróleo -el barril de Brent ha corregido esta semana un 8,6 por ciento hasta los 104 dólares el barril y el West Texas americano ha caído hasta los 90 dólares- sino también porque se supo en el mismo día en el que el Ibex 35 cerró su peor sesión del año. Fue el jueves, al caer un 2,77 por ciento. Y a diferencia de en otras ocasiones, no hubo el típico rebote del día siguiente. Al menos no para el Ibex. El índice español perdió el viernes un 1,31 por ciento, lo que eleva al 3,18 por ciento sus pérdidas semanales y, lo peor de todo, lo ha devuelto al terreno negativo en lo que va de año. No ha sido, sin embargo, el único que se ha reencontrado con los números rojos en 2011. El Mibtel italiano también lo hizo hace una semana y ya acumula pérdidas anuales del 5,5 por ciento, debido sobre todo al fuerte batacazo que se dieron ayer los bancos transalpinos, de entre el 4 por ciento (Intesa San Paolo) y el 5 por ciento (Unicredit), tras la amenaza de la agencia Moodys de rebajar el rating a 16 entidades.

Además, el miedo de los inversores hacia los países más core dentro del grupo de la periferia europea también se dejó notar en el mercado de bonos. La prima de riesgo del bono español con respecto al alemán marcó un nuevo máximo histórico en los 285 puntos básicos y la rentabilidad del bono a 10 años español (que sube cuando cae el precio) también presumió de cifras históricas al tocar el 5,68 por ciento.

Italia entra ya en el saco

Muy similar fue el comportamiento del mercado italiano de renta fija. Un mercado en el que empiezan a fijarse ahora los inversores después de las advertencias que Moody's ha lanzado al país y tambíen a sus bancos, avisándoles de que si no hay un recorte de déficit, sí lo habrá de la calificación de su deuda. Esto explica que la rentabilidad de su bono haya vuelto a rozar el 5 por ciento al quedarse en el 4,98 por ciento y que su prima de riesgo haya marcado máximos históricos en los 215 puntos básicos.

En todo caso parace que estas tensiones pueden no ser las últimas. "De aquí hasta el próximo día 28, tenemos la volatilidad asegurada. Sólo deseamos que se sigan respetando los soportes claves de las bolsas, para que los alcistas no terminen de tirar la toalla", afirma Miguel Paz, director de la unidad de unidad de gestión de Unicorp. Sobre todo si los políticos de la eurozona siguen sin llegar a un acuerdo sobre cómo rescatar, por segunda vez, a Grecia. Por no hablar de las tensiones internas que vive el propio gobierno heleno, donde Gobierno y oposición siguen sin ponerse de acuerdo sobre la aprobación de las medidas de ajuste, indispensables para que Grecia reciba la segunda parte de la ayuda, que el propio Gobierno griego calcula en más de 110.000 millones de euros.

Escasean los refugios

Y lo peor de todo es que los refugios cada vez escasean más. Sólo dos aguantan si agrietarse. El bono alemán, que ayer volvió a marcar nuevos mínimos anuales al caer su rentabilidad hasta el 2,83 por ciento, y del dólar, al que la decisión de la Fed de no prorrogar su programa de compra de deuda pública y el recrudecimiento de la crisis de la periferia europea están impulsando en las últimas sesiones. De hecho, el euro volvió ayer a retroceder en su cruce contra el dólar hasta los 1,4168 dólares, lo que eleva su caída semanal hasta el 0,97 por ciento.

El oro, sin embargo, cada vez está más cerca de perder su carácter de refugio debido sobre todo a que un dólar al alza, divisa en la que está denominado como la mayoría de materias primas cotizadas, no le beneficia en absoluto. Sólo esta semana la onza de oro ha pasado de cotizar a 1.539 dólares a 1.501 dólares.

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