Bolsa, mercados y cotizaciones

Las compañías de Wall Street afrontan en muy buena forma el fin del 'QE2'

  • Tras el fin del QE1, el dólar reaccionó al alza y la bolsa a la baja

Al igual que la barra libre en las fiestas siempre tiene una hora límite, la barra libre de liquidez vía compra de deuda pública estadounidense (QE2), que Ben Bernanke, presidente de la Fed, abrió en noviembre del año pasado también tiene una fecha de caducidad: el 30 de junio de 2011.

La duda está ahora en cómo afectará el final de esta segunda parte del programa de medidas cuantitativas a los diferentes mercados. Aunque lo previsible sería que estos reaccionaran igual que cuando acabó el primer QE - esto es, dólar al alza y corrección, al menos a corto plazo, de la bolsa americana-, no siempre lo que termina ocurriendo es lo que se prevé. Todo depende del contexto y el actual indica que si bien es cierto que puede producirse un rebote del dólar, éste puede ir acompañado de una bolsa americana al alza.

"Sería necesario ver que la rentabilidad del bono americano se disparase hasta el 4 por ciento para que las acciones dejaran de estar baratas", afirman desde Credit Suisse. Y es que hay que tener en cuenta que el mercado de renta variable estadounidense hoy es muy diferente del que había en noviembre de 2008, cuando Bernanke decidió subirse a su helicóptero para repartir dinero por primera vez.

Por ejemplo, en 2008 el índice americano S&P500 cotizaba con un PER (número de veces en que el beneficio está contenido en el precio de la acción) de 17 veces. Hoy lo hace a un ratio de 13,1 veces. Además, en noviembre de 2008, las estimaciones de beneficios de estas compañías eran de todo menos halagüeñas debido al efecto que la quiebra de Lehman Brothers tendría en la economía global y en la confianza de los inversores. De hecho, 302 de las 500 compañías que integran este índice experimentaron caídas en su beneficio en 2009. Mientras que ahora la estimación de los analistas es que sólo 110 de las 500 no consigan incrementos de ganancias durante este año.

Por no mencionar que de media presentan un potencial para los próximos doce meses que roza el 17 por ciento. De hecho, según una encuesta a clientes realizada por Morgan Stanley, el 68 por ciento cree que el activo que mejor se comportará en los próximos doce meses son las acciones y EEUU se convierte en su región favorita para este periodo, sólo por detrás de los emergentes.

Diferente contexto económico

Los factores fundamentales avalan, por tanto, la idea de que el rally bursátil de EEUU puede mantenerse aún sin la ayuda de Bernanke. Pero no es suficiente. Es necesario que también acompañen los datos macroeconómicos. "Se ha pensado que el rally desde mínimos de 2010 tuvo que ver con la idea de que habría un QE2 pero en realidad se produjo porque se vio una recuperación económica". Y, en este caso, también el contexto es ahora mejor que el de 2010, cuando acabó el primer QE.

Bastan unos datos: la tasa de paro en EEUU era entonces del 9,7 por ciento frente al 9,1 por ciento actual, la inflación era de sólo el 0,9 por ciento y ahora supera el 2 y el PIB creció al 1,02 por ciento frente al 1,90 por ciento actual.

Además, la opinión mayoritaria es que la economía conseguirá seguir creciendo a corto plazo, pese a que se produzcan decepciones puntuales. "Es normal que haya épocas de decepción pero el crédito al consumo lleva 8 meses al alza y las ventas, sin contar el petróleo, crecen ininterrumpidamente", afirma Marian Fernández, de Inversis.

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