Muchas son las reuniones que están llevando a cabo los políticos europeos para tratar de acordar un segundo plan de ayuda para la economía griega. Y todas están siendo analizadas por los mercados, cuya volatilidad aumenta a medida que lo hace la falta de acuerdos al respecto. Si el viernes, el conato de alianza entre Alemania y Francia para que los inversores privados participasen en el rescate se tradujo en fuertes subidas de las bolsa y en recortes de las primas de riesgo, la falta de acuerdos del Eurogrupo y la decisión del FMI de no desbloquear la ayuda de 12.000 millones de euros hasta julio, no sentó bien ni al mercado de acciones ni al de bonos.
Las ventas volvieron a ser la tónica dominante en lo que se refiere a la deuda periférica -la rentabilidad del bono español llegó a alcanzar el 5,62 por ciento, rozando el máximo anual del 5,65 por ciento, y su prima de riesgo con respecto al alemán, los 269 puntos, aunque al cierre ambos se relajaron.
Los nuevos miembros
Pero no sólo se vieron ventas masivas en el grupo de países denominados PIGS. También se incluyeron los bonos emitidos por Italia, cuya deuda puso en revisión Moody's el pasado viernes debido a la debilidad económica que tiene el país , y de Bélgica. Ambos países fueron mencionados por Jean-Claude Juncker, presidente del Eurogrupo, quien en una entrevista con el diario alemán Süddeutsche Zeitung aseguró que la crisis griega podría contagiar a Italia y a Bélgica antes que a España, a causa sobre todo de la elevada deuda de Italia, que supone el 120 por ciento del PIB.
La reacción del mercado no se ha hecho esperar. El bono italiano a diez años escaló hasta el 4,86 por ciento y el diferencial marcó un máximo intradía en los 194 puntos básicos. Por otra parte, la rentabilidad del bono belga a diez años repuntó hasta el 4,13 por ciento y su diferencial con respecto al bono alemán tocó los 118 puntos básicos. "Italia no ha ocupado los titulares día a día pero con un crecimiento medio del 1,5 por ciento anual durante los últimos diez años y un severo cambio demográfico a su espalda, su crisis fiscal sigue siendo inmensa y no parece que el Gobierno esté dispuesto a enfrentarse a ella", afirman en FX Pro.
Sin embargo, pese al repunte de ambos mercados, los inversores siguen teniendo en la deuda griega o portuguesa sus principales objetivos vendedores. De hecho, el rendimiento del bono griego a diez años cerró en el 17,34 por ciento frente al 16,93 por ciento del viernes y el portugués, en el 11,15 por ciento, nuevo máximo histórico, frente al nivel de 10,90 por ciento del viernes. Por su parte los CDS griegos sobrepasaron la barrera de los 2000 puntos básicos, lo que subraya que el impago de Atenas se producirá.
En esta percepción de que puede que Grecia incurra en un impago también influyó el Fondo Monetario Internacional. Afirmó que considera insuficiente el refuerzo del fondo de rescate de 750.000 millones de euros y defendió que este mecanismo debe pensar en comprar bonos en el mercado secundario de los países con problemas de deuda o proporcionar garantías de financiación - de momento, el BCE no se da por aludido ya que no compró deuda pública por duodécima semana consecutiva-. Además, el FMI hizo hincapié en que la crisis de la deuda amenaza la recuperación de Europa y cabe recordar que esa recuperación es vital para que los gobiernos puedan hacer frente a sus compromisos financieros.