Bolsa, mercados y cotizaciones

Pese a todo... la mejor semana desde abril

La volatilidad se ha adueñado de los mercados. De las caídas abruptas en bolsa y subidas en la rentabilidad de los bonos se ha pasado a fuertes alzas en bolsa y caídas en el rendimiento de la deuda. La batalla entre alcistas y bajistas ha estado reñida pero en la semana han triunfado los primeros, lo que ha permitido al Ibex avanzar un 1,8% y recuperar los 10.000.

Si hay algún inversor que se pregunta por qué se llama a la bolsa renta variable, quizá deba observar el gráfico que ha dejado el Ibex 35 esta semana. No han sido días tranquilos. Los europolíticos se han encargado de ello ya que han sido sus declaraciones las que primero han arrastrado a los mercados al fondo del pozo y luego les han rescatado. El Ibex rubricó su mayor subida del mes de junio al anotarse un 2,18 por ciento, recuperó el nivel psicológico de los 10.000 puntos y cerró su mejor semana desde la última de abril al anotarse un 1,8 por ciento de rentabilidad en cinco sesiones.

Los salvadores que permitieron este nuevo rebote tienen nombres y apellidos por todos conocidos: la canciller alemana Angela Merkel y el primer ministro francés, Nicolas Sarkozy. Ambos expresaron su deseo de que los acreedores privados participen "de manera voluntaria" en un segundo rescate de Grecia. Esto supone un cambio en la postura oficial que había mantenido hasta el momento Alemania, que había insistido en obligar al sector privado a aportar dinero. Postura del todo contraria a la defendida por el BCE y esa falta de acuerdo es lo que explica los fuertes repuntes de rentabilidad que protagonizaron los bonos de los países de la periferia, los españoles incluidos.

Pese a las alegrías de última hora o, lo que es lo mismo del viernes, donde las bolsas celebraron en primer conato de acuerdo en la Unión Europea sobre cómo proceder con el segundo plan de ayuda a Grecia, lo cierto es que en esta semana que ya acaba ha habido más sombras que gozos. No hay que olvidar que la rentabilidad del bono español ha llegado a superar el 5,65 por ciento, máximo desde el año 2000 y que la prima de riesgo con respecto al bono alemán superó los 274 puntos, nuevo récord en el año. Por no hablar de que la deuda griega a diez años así como la irlandesa y la lusa han marcado máximos históricos y también lo han hecho sus diferenciales frente al bono alemán.

Sin embargo, al igual que los inversores sobrereaccionaron ante las malas noticias, también han reaccionado de forma exagerada ante las buenas, lo que explica que el rendimiento de los bonos periféricos consiguieran ayer alejarse de los máximos que habían marcado tan sólo 24 horas antes (el español, por ejemplo retrocedió hasta el 5,57 por ciento). Todos salvo los portugueses, que siguieron revalidando sus máximos. "Todavía no hay nada que celebrar ya que lo realmente importante es que el BCE querrá ver una participación voluntaria del cien por cien de los inversores privados", afirma Simon Smith, economista de FX Pro. De momento, el primer paso es la reunión de los ministros de Finanzas del Eurogrupo, que este fin de semana deben aprobar el pago del quinto tramo de ayuda del primer rescate por 8.700 millones de euros.

Pero no sólo preocupa Europa

Si bien el recrudecimiento de la crisis europea provocada sobre todo por la falta de acuerdo entre los europolíticos ha sido la noticia que ha copado la mayor parte de los titulares esta semana, el mercado no sólo está pendiente de Europa. También tiene la vista puesta en lo que sucede al otro lado del Atlántico. Y es que los datos macroeconómicos que se están conociendo en EEUU están decepcionado. Y lo hacen justo semanas antes de que acabe el QE2, el programa de compra de bonos que inició en noviembre la Fed para impulsar a la economía. Sólo esta semana se han conocido malos datos de los índices de la Fed de Nueva York y de Filadelfia y el resultado más bajo desde febrero de la confianza del Consumidor de la Universidad de Michigan. Además, el FMI redujo ayer su expectativa de crecimiento económico para EEUU. Todo ello explica que los inversores hayan acudido nuevamente a los bonos en busca de refugio (de hecho, la rentabilidad de la deuda estadounidense a 10 años marcó mínimos anuales el jueves, en el 2,92 por ciento), lo que no ha impedido, sin embargo, que también se hayan visto jornadas alcistas en Wall Street, coincidiendo sobre todo con la caída del dólar.

Y es que si bien el billete verde ha aprovechado las dudas sobre Europa para recortar posiciones frente el euro, no ha conseguido mantenerlas. De hecho, ayer la moneda única recuperó todo el terreno perdido en la semana al rebotar de los 1,41 a los 1,43 dólares. Quien sí nota las dudas económicas es el petróleo. El barril de Brent ha perdido esta semana un 4 por ciento, hasta los 112 dólares.

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