BRUSELAS (Reuters) - Los ministros de Finanzas de la eurozona se reúnen el martes para estudiar cómo deberían implicarse los tenedores privados de bonos griegos en el segundo plan de rescate para la endeudada Grecia, antes de la fecha límite del 20 de junio que se impusieron para llegar a un acuerdo.
Para el mismo martes no se espera ningún acuerdo, dijeron fuentes de la eurozona próximas a la reunión, que se celebra en Bruselas.
"Hoy no se esperan decisiones, se trata simplemente de encontrar puntos de encuentro de cara a la reunión del 20 de junio", dijo una de las fuentes, implicada en la preparación del llamado Eurogrupo.
"Va a ser un encuentro para reflexionar sobre el estado actual de las negociaciones", afirmó la segunda fuente. "No debería esperarse una decisión hasta el próximo lunes".
Los ministros de Finanzas de los 17 países con la moneda única se reúnen de nuevo el lunes de la semana que viene en Luxemburgo en un intento de alcanzar una solución sobre la nueva financiación para Grecia a tiempo para que sea aprobada en el Consejo Europeo de verano, que tendrá lugar el 24 y 25 de junio.
Los ministros tratarán sobre la propuesta de Alemania de que se ofrezca a los inversores privados canjear sus bonos griegos por unos nuevos con prórroga del vencimiento de siete años. Esta idea cuenta con el apoyo de otros países, pero el Banco Central Europeo está en contra, ya que cree que podría desatar una rebaja en la calificación de las agencias de rating, incluso hasta el nivel 'default' o impago.
Berlín acepta que podrían producirse rebajas, pero descarta que llegaran hasta el nivel 'default'.
La Comisión Europea apoya otra idea: pedir a los bancos que voluntariamente amplíen sus actuales carteras de bonos griegos a medida que vayan venciendo y que los cambien por otros con un vencimiento más largo. Esto supondría cumplir las condiciones de los actuales contratos de bonos, lo que haría más difícil a las agencias de calificación considerar esta solución un impago.
ESPAÑA, CONTRARIA
España se mostró contraria al debate que implica al sector privado en la eventual reestructuración de la deuda griega, según reveló el martes el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa.
"No nos gusta el debate sobre la involucración del sector privado", dijo Campa en la comisión Mixta Congreso-Senado.
"No nos gusta y nunca nos ha gustado y creemos que cada vez que esto sale nos ha metido en un riesgo congénito al conjunto de la zona de euro que creemos que es preocupante y, ahora, estamos otra vez metidos en una oleada de este tipo y eso nunca ha sido bueno", agregó Campa.
Un comentario de Banesto Bolsa subrayó este martes que las primas de riesgo volvieron a máximos ante las posturas opuestas que en esta materia mantienen el BCE y el Ejecutivo alemán.
A las 13:15 horas, el diferencial del bono español a 10 años frente a su par alemán cotizaba en los 254 puntos básicos, sin cambios desde las últimas transacciones del lunes, pero por debajo del máximo de 260 puntos básicos marcado a primera hora del lunes.
EL ACUERDO NO ESTÁ TAN LEJOS
El comisario europeo para Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, declaró en el diario Süddeutsche Zeitung que el acuerdo no está tan lejos como algunos creen.
"Estamos preparando un acuerdo sobre la base de la 'Iniciativa de Viena', según la cual los bancos mantienen sus bonos más tiempo y de manera voluntaria", explicó.
"Estamos preparados para estudiar una solución basada en una extensión voluntaria de los vencimientos de los bonos y que bajo ninguna circunstancia lleva a un impago del crédito", agregó.
Los políticos europeos están desesperados por evitar un impago, porque supondría que los bonos griegos no son aceptados como garantía en las operaciones de liquidez del Banco Central Europeo, lo que aumentaría la posibilidad de un hundimiento del sector bancario griego.
Los bancos alemanes y franceses apoyan una participación del sector privado en el nuevo plan de financiación para Atenas, que se espera que alcance los 120.000 millones de euros entre 2011 y 2014 - incluidos unos 30.000 millones procedentes de la privatización de empresas estatales griegas.
A esto habría que añadir los préstamos que quedan del primer plan acordado el año pasado, del que una vez que la UE y el FMI entreguen el siguiente tramo de 12.000 millones a primeros de julio quedarán otros 45.000 millones.
El encuentro de la eurozona se verá seguido de una cena de los ministros de Finanzas de los Veintisiete en la que se tratará de una modificación de las normas presupuestarias de la Unión para intentar prevenir futuras crisis de deuda. Entre los cambios se baraja la posibilidad de sanciones más elevadas y más rápidas para aquellos países con déficit presupuestarios y deuda por encima del techo del tres por ciento del Producto Interior Bruto y del 60 por ciento del PIB, respectivamente.
Los puntos clave de las negociaciones serán el método de la votación cuando los ministros estudien si un país que haya roto las normas ha adoptado medidas correctoras.