La cifra es calderilla pero echa más leña al fuego sobre la institución capitaneada por Lloyd Blankfein. Goldman Sachs pagará un total de 10 millones de dólares para finiquitar una investigación capitaneada por el regulador de valores de Massachussets en la que se define como "deshonesta y poco ética" la comunicación del banco entre sus analistas, operadores y sus clientes más selectos, informó la agencia Dow Jones.
El comienzo de esta acción por parte de los reguladores del estado comenzó hace dos años y se centró en las operaciones conocidas como research huddles, en la que algunos clientes recibieron acceso a las ideas de analistas de Goldman donde encontraron información y consejos para operar a corto que otros clientes no recibieron.
Bajo estas circunstancias, el regulador de Massachussets determinó que la distribución de ideas para operar a corto por parte de analistas de renta variable del banco era "deshonesta y poco ética" ya que supuso una clara ventaja para un número minoritario de clientes. Sin embargo, el Estado no concluyó que Goldman había cometido ningún tipo de fraude.
Goldman aceptó el acuerdo sin admitir o negar las alegaciones y conclusiones del regulador estatal de Massachussets. Asimismo, el banco acordó poner fin a las reuniones internas entre analistas y operadores.
Las polémicas prácticas comenzaron en 2006 en el departamento de analistas de Goldman, especializado en el sector de las comunicaciones, los medios y espectáculo. Por aquel entonces el banco comenzó a dar prioridad a los clientes, que distribuyó en distintos niveles. El Nivel 1 recibiría llamadas de los analistas con mayor experiencia y los del segundo nivel estarían en contacto con los analistas junior. Un documento de Goldman describió esta práctica como una forma para que los traders y los analistas pudieran trabajar sobre "las ideas de inversión con una orientación comercial".
Por otro lado, el Wall Street Journal adelantó que la Comisión de Mercados y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) investiga a Goldman Sachs por supuestamente haber autorizado un soborno de 50 millones de dólares al régimen libio de Muamar Gadafi. Los funcionarios de la SEC intentan recopilar evidencias sobre el supuesto pago ilegal de 50 millones de dólares al gobierno de Libia, después de que éste invirtiera 1.300 millones de dólares en Goldman Sachs en 2008 y perdiera en dos años alrededor del 98 por ciento del valor de su inversión.