ISLAMABAD (Reuters) - Los partidos de la oposición paquistaníes trataban el miércoles de forjar un frente unido para poner fin al mandato de Pervez Musharraf, mientras el presidente militar insistía en que el estado de excepción que impuso este mes era necesario para celebrar unas elecciones justas.
Musharraf, aliado de Estados Unidos y que llegó al poder en 1999 tras un golpe de Estado, sumergió al país en una crisis el 3 de noviembre cuando declaró el estado de emergencia, suspendió los derechos constitucionales, detuvo a miles de opositores y censuró los medios de comunicación.
Bhutto, que había mantenido durante meses conversaciones con Musharraf para compartir el poder, regresó a Pakistán en octubre tras ocho años de autoexilio, con el objetivo de trabajar con él en una transición hacia un gobierno civil.
Bhutto también contactó con antiguos rivales, como el líder de la alianza islámica Qazi Husain Ahmed y el partido de Sharif para tratar de unirse en una "agenda de mínimos".
Agregó que su partido podría boicotear las elecciones parlamentarias que Musharraf ha prometido celebrar el 9 de enero y que trataría este asunto con sus colegas de la oposición la próxima semana.
Tanto Bhutto como Sharif se enfrentaron a cargos de corrupción.