El arranque de la semana sobre el parqué de la New York Stock Exchange llega con el mazazo a Wells Fargo por parte del analista de Rochdale Securities, Richard Bove. El experto ha recortado hasta vender al banco estadounidense, una señal más que indica los problemas a los que se enfrenta el sector bancario del país, no sólo desde el punto de vista regulatorio sino también económico, con señales de ralentización a la vista.
De hecho, Bove considera que el Producto Interior Bruto de Estados Unidos crecerá un dos por ciento "o menos" durante la segunda mitad del año. Los efectos de un claro debilitamiento del sector inmobiliario, un parón en el sector manufacturero y el impacto negativo de las nuevas regulaciones financieras han hecho que Bove rebaje a Wells Fargo de neutral a vender, además de reducir en un 33 por ciento su precio objetivo: de 32,50 dólares hasta los 22 dólares.
Para el analista de Rochdale Securities, la entidad bancaria se verá sometida a una gran presión tanto en sus ventas como en sus márgenes de beneficio. Especialmente, incide en que los nuevos requerimientos de capital provocarán que Wells Fargo de lugar a activos con menos rentabilidad.
Por otro lado, Goldman Sachs ultima la venta de su unidad de servicios hipotecarios a Ocwen Financial Corporation. Precisamente, los especialistas del banco capitaneado por Lloyd Blankfein, han asegurado que la probabilidad de que la Reserva Federal de luz verde a un nuevo programa de estímulo, el famoso QE3 "es bastante reducida". Para que esta situación se hiciera realidad, la economía de EEUU necesitaría registrar un incremento significativo en la tasa de desempleo o un desempleo plano pero acompañado de una caída brusca en la inflación subyacente, así como en las expectativas de inflación, algo que está lejos de su escenario base.
De todas formas, los analistas de Goldman sostienen que a periodos de sorpresas económicas negativas les siguen periodos de retornos positivos en la renta variable. De momento parece que Wall Street sigue inmerso en medio de una corrección que esperemos sea momentánea.