Cuando el río suena, agua lleva. Finalmente, según adelantaba la agencia Bloomberg, Goldman Sachs, el quinto mayor banco por activos de Estados Unidos, ha recibido una citación formal de la Oficina del Fiscal General de Nueva York, Eric Schneiderman, para emprender una investigación basada en la búsqueda de información sobre las actividades de la compañía que pudieron desencadenar la crisis financiera en 2008.
La agencia cita a dos personas familiarizadas con el asunto. Sin embargo, desde Goldman Sachs, su portavoz David Wells afirmó: "No hacemos (desde la compañía) comentarios sobre cuestiones regulatorias o jurídicas específicas, pero las citaciones son una parte normal del proceso de solicitud de información y, por supuesto, cuando las recibimos cooperamos plenamente".
Otro paso en un largo proceso
La solicitud de la fiscalía de Nueva York hace referencia al informe elaborado por el Subcomité Permanente del Senado de Estados Unidos para determinar las causas que desencadenaron la crisis financiera en Wall Street tras el colapso del mercado inmobiliario.
Dicho documento, de más de 650 páginas, acusó a Goldman Sachs de promocionar de forma engañosa parte de las inversiones relacionadas con hipotecas, afirmaron a la agencia Bloomberg distintas fuentes.
Por ejemplo, según datos de la firma Deagolic, durante los tres años previos al estallido de la crisis el banco había destinado parte de su actividad a empaquetar y distribuir activos ligados a hipotecas y valorados en casi 130.000 millones de dólares, para después realizar apuestas bajistas contra el mercado inmobiliario durante los meses anteriores al estallido de la burbuja en EEUU.
Debido a este tipo de actividades, el senador demócrata por Michigan, Carl Levin, recomendó a las autoridades del país que Goldman fuera acusado criminalmente por su papel en la crisis subprime. Posteriormente, dicho informe fue remitido al Departamento de Justicia de EEUU y la Comisión de Mercados y Valores (SEC), que también investigan el asunto.
De todas formas, cabe recordar que una citación es una solicitud de información y no significa que la empresa sea objetivo de una investigación judicial penal. El analista de Sanford C. Bernstein, Brad Hintz, dijo en una nota a sus clientes que el banco "es demasiado importante como para ser penalizado criminalmente".
Por su parte, el New York Post publicaba que tanto el consejero delegado de Goldman, Lloyd Blankfein, como el director financiero, David Viniar, y su presidente, Gary Cohn, han informado a sus clientes e inversores más importantes que la empresa tiene "casi cero" posibilidades de ser acusada criminalmente.
Una opinión que no todos comparten. En su artículo El imperio del mal contraataca, publicado en el diario Market Watch, el periodista financiero David Weidner se mostraba muy claro al respecto: "Sospechamos que hacen trampas, que tienen una relación demasiado íntima con el Gobierno. Nos preocupa que puedan amañar el sistema, manipular a nuestros líderes y, en suma, tener demasiado poder. Parecen los dueños de la bolsa, apañando y negociando gracias a sus campañas de contribución y a sus conexiones con Capitol Hill (lugar en el que se encuentran el Capitolio y la Corte Suprema, entre otras instituciones)".
La reacción de los inversores
El valor acumula una caída cercana al 4,5 por ciento en las dos últimas sesiones, cuando el rumor tomó fuerza y fue finalmente confirmado. Lo cierto es que, con acusación formal o sin ella, desde que la polémica llegó a la luz pública, el pasado 10 de mayo, y tras las declaraciones del senador Levin, las acciones de Goldman acumulan una caída cercana al 10,5 por ciento.
Por otra parte, grandes accionistas del banco capitaneado por Blankfein, como Wellington Management, ha recortado su participación en Goldman en un 40 por ciento y ha impulsado su participación en su rival JPMorgan Chase en casi un 16 por ciento.