Los inversores estadounidenses regresaban del puente de Memorial Weekend, el pistoletazo a la temporada estival, con energía renovada. Pese a que el índice de precios de vivienda Standard & Poors Case Shiller oficializaba una doble recesión en el mercado inmobiliario, la renta variable del país comenzaba la semana con optimismo. Mientras tanto, Jan Loeys, estratega de JP Morgan, se preguntaba en un informe distribuido entre sus clientes si los mercados repiten a imagen y semejanza la corrección vivida en 2010 y que provocó que Ben Bernanke y sus chicos en la Reserva Federal tuvieran que aplicar su QE2.
El documento realiza un exhaustivo análisis por todos los factores que podrían imitar el comportamiento del año pasado. Así, a nivel macroeconómico, los analistas de JP Morgan esperan una ralentización de la economía de EEUU en el segundo trimestre que estará motivada principalmente por el sector manufacturero, algo que ya vimos entre los meses de abril y junio del año pasado.
Por aquel entonces, es cierto, que la corrección fue mayor pero se produjo tras un ajuste de inventarios motivado por un exceso de producción. Sin embargo, esta vez parece que el parón del crecimiento mundial viene impulsado por tres países: EEUU, Japón y Reino Unido. Aún así, el resto del mundo "parece mantenerse estable", afirma el informe.
De momento, los analistas de JP Morgan mantiene una posición de cautela respecto a los bonos del Tesoro de países desarrollados, porque "la ralentización económica será momentánea" aunque la situación en el Viejo Continente mantendrá el panorama tenso por lo menos durante el mes de junio. En lo que se refiere a la renta variable, las últimas semanas "han borrado buena parte de los beneficios de este año". Los sectores cíclicos se comportan de peor forma que los defensivos.
El análisis concluye que el fin de la corrección tanto a nivel económico como en la renta variable podría llegar el próximo mes de julio. "A partir de entonces el QE2 de la Fed habrá finalizado y se probará que no habrá un fin del mundo como muchos esperan". "La oleada de resultados corporativos del segundo trimestre de 2011 deberían consolidar los beneficios y hay una gran probabilidad de que se renueven los esfuerzos por salvar a Grecia", apuntan.