La agencia de calificación S&P ha recortado el rating de Tepco para sus emisiones a largo plazo desde BBB hasta B+. Mientras, para sus emisiones a corto plazo el recorte ha sido más drástico, desde A-2 hasta B. De esta forma los activos basados en la deuda de esta compañía abandona las calificaciones propias de los títulos de deuda para la inversión, para convertirse en activos para la especulación.
Concretamente la variación desde BBB hasta B+ se puede interpretar como que el emisor ha dejado de exhibir parámetros de protección adecuados para poder hacer frente a a sus obligaciones financieras y que ante condiciones económicas y financieras adversas, puede perjudicar la capacidad o intención del emisor de cumplir con sus compromisos. Mientras que la variación en el corto plazo desde A-2 hasta B significa que el activo ya no presenta una capacidad satisfactoria para cumplir con sus obligaciones financieras, aun cuando tuviera que afrontar efectos adversos por cambios en sus condiciones económicas. Sino que muestra características especulativas significativas, derivadas de una fuerte reducción de su capacidad para afrontar el pago de su deuda.
Entre las causas que esgrime esta agencia de rating para acometer ese cambio esta por un lado la creciente probabilidad de que los bancos acreedores de Tepco podrían hacer una reestructuración de su deuda y la incertidumbre sobre la posibilidad de que el gobierno nipón acabe prestando ayuda a la eléctrica en el actual clima político. En lo que llevamos de 2011 Tepco se ha hundido en el parqué más de un 83%.
