Bolsa, mercados y cotizaciones

"La capacidad de explotación de Pocoyó está tan sólo al 20% de todo su potencial"

Recuperar los derechos a escala internacional del famoso dibujo animado es el hito más importante desde que Zinkia comenzara a emitir la serie hace siete años, explica su presidente. Ahora, la empresa trata de recuperar el tiempo perdido e iniciar una agresiva estrategia de crecimiento en el exterior, donde Estados Unidos juega un papel fundamental.

Más de 400.000 seguidores en Facebook dan fe de que el fenómeno Pocoyó no es baladí. Sin embargo, para José María Castillejo, presidente de Zinkia, el desconocimiento que la gente tiene de su compañía es un problema. "Dices que Pocoyó va a tener una hermana pequeña que se llamará Mola Noguru y la noticia sale en más de veinte medios diferentes. Sin embargo, los inversores no tienen nada claro qué hacemos ni cuánto valemos", explica. En sus oficinas, en el centro de Madrid, elEconomista se ha encontrado con él para tratar de arrojar un poco de luz a lo que hay detrás del famoso dibujo animado.

El año pasado la compañía cerró con pérdidas de 2,2 millones de euros y para este ejercicio las previsiones apuntan a un beneficio de 0,5 millones. ¿Cómo esperan cumplir con este objetivo?

En 2010 cerramos en pérdidas porque el contrato que teníamos pensado firmar para la producción de un videojuego sobre Pocoyó se acabó cancelando. Apareció una de las cinco empresas más grandes del sector interesada en los derechos y, como yo nunca he querido firmar nada que sea peor para cumplir con los objetivos a corto plazo, hubo cambio de planes. Ahora, si todo va como esperamos, el acuerdo estará firmado antes del año que viene. Además, con la recuperación de los derechos de Pocoyó a escala mundial podremos impulsar nuestras ventas en todos los mercados donde operaba, con una eficacia muy insuficiente, nuestro antiguo socio, ITV. Sobre todo en Estados Unidos. Recuperar esos derechos es sin duda el hito más importante de los últimos cinco años. Zinkia es una empresa que ahora vale 40 millones pero que puede llegar a valer 600.

Su acción vale casi dos euros pero llegó a estar a menos de uno, ¿cómo valora su trayectoria en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB)?

El mercado no nos acaba de reconocer porque es un ente que funciona a corto plazo y nuestro negocio es a largo plazo. En cualquier caso, la liquidez del MAB es muy pequeña porque ha faltado apoyo institucional y aunque hubiéramos alcanzado los objetivos este año es posible que la bolsa también nos hubiera penalizado. Cuando saltamos al parqué Banesto valoró nuestros títulos en 3,5 euros y al final acabamos saliendo a 1,9 euros. Ahora, sin duda, valemos mucho más porque nuestro riesgo es menor que cuando empezamos a cotizar. Nuestro producto ya ha sido testado, es un contenido que funciona en televisión y su rentabilidad es muy alta porque ya está amortizado.

A finales de 2010 llevaron a cabo una emisión de bonos por valor de 11 millones de euros con una rentabilidad del 9,75 por ciento. Sólo lograron colocar un 20 por ciento. ¿Supone eso un contratiempo para sus planes?

Está claro que me hubiera gustado poder colocar los 11 millones pero había que intentarlo. El mundo es de Dios y Dios se lo alquila a los valientes. De todos modos, coincidir con la emisión de pagarés de Nueva Rumasa afectó al proceso. Pero no supone un contratiempo. Ahora mismo nuestras necesidades de financiación no son muy altas porque nuestros nuevos proyectos aún no están en marcha. De todos modos, todavía quedan seis o siete meses para colocar los 8,5 millones que nos faltan y no dejamos de buscar nuevas vías de financiación.

¿Han pensado en el capital riesgo?

El capital riesgo me parece una de las peores soluciones para una empresa que quiere estar en el largo plazo. Ni es capital ni es riesgo y encima acabas sentando en tu consejo a gente que exige cosas cuando el que realmente conoce el negocio eres tú. Es limitador y no es industrial. Para mí, la mejor forma de financiación es cotizar. No obstante, si tuvieramos problemas para captar fondos hay otras herramientas, como las subvenciones a la contratación de personal o los publishers, quienes te adelantan el dinero a cambio de un acuerdo de comercialización. En este sentido, retrasar alguno de nuestros proyectos también sería una solución si la financiación escasea. Pero ahora mismo esto no afecta a la viabilidad de la empresa porque ya es una gran generadora de caja.

¿Cómo va la expansión de 'Pocoyó' en Estados Unidos?

Hemos conseguido cosas importantes. Los DVD de Pocoyó son los más vendidos en Toys'R'us y en enero de este año nuestros vídeos en Youtube tuvieron más de 6 millones de visualizaciones. Además, hemos conseguido estar en antena en tres canales distintos al mismo tiempo, un hito que nadie ha conseguido antes. Estados Unidos es el 50 por ciento del mercado mundial de licencias y esperamos abrir una oficina allí antes de final de año. Estamos ahora mismo al 10 por ciento de todo nuestro potencial en el país.

¿Cuáles son los proyectos que piensa poner en marcha en los próximos años?

Tenemos siete proyectos: terminar la tercera y empezar la cuarta temporada de Pocoyó, hacer su película, el videojuego, el desarrollo de Mundo Pocoyó, un juego online y la producción de Mola Noguru, la hermana pequeña de nuestro personaje. En total, suman 40 millones de financiación. Lo cierto es que sólo Pocoyó puede convertirnos en una gran multinacional. Sólo está al 20 por ciento de todo su potencial. Nosotros somos una comercializadora que tiene una productora y cuando estemos a pleno rendimiento su peso en el negocio alcanzará el 80 por ciento de nuestros ingresos.

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