SANTIAGO (Reuters) - Los presidentes y jefes de Gobierno iberoamericanos se aprestaban a iniciar el jueves la XVII Cumbre Iberoamericana en Santiago de Chile, en la que varios países buscarán limar asperezas, aunque el misterio rodeaba la llegada del mandatario venezolano, Hugo Chávez.
Unos 1.000 agentes policiales custodiaban los distintos recintos que albergarán las actividades de la cumbre, incluyendo el Club Hípico de Santiago, donde la anfitriona, la mandataria chilena, Michelle Bachelet, dará inicio al encuentro por la noche.
A diferencia de la anterior cumbre organizada por Chile, en 1996, en esta ocasión no estará presente el convaleciente mandatario cubano, Fidel Castro. Cuba será representada por el vicepresidente, Carlos Lage.
Para las próximas horas está programada la llegada de los gobernantes de España, Brasil, Argentina y Bolivia, entre otros países.
Originalmente se especulaba que el mandatario venezolano llegaría a Santiago en las primeras horas del jueves, pero luego los organizadores plantearon la posibilidad de que lo haría poco antes de la inauguración.
En paralelo con la cita iberoamericana se realizará la Cumbre de los Pueblos, para cuyo acto de cierre, el sábado, está prevista la participación de varios presidentes, encabezados por el mandatario boliviano, Evo Morales.