El inversor sólo tiene acceso a un fondo que invierte en las salidas a bolsa, pero se puede apostar por los tecnológicos.
Espectacular la salida a bolsa de una de las grandes redes sociales de Internet donde en la primera sesión de bolsa ha subido más del 100 por cien con una impresionante demanda de títulos por parte de los inversores y con enormes plusvalías para los fundadores, las empresas de capital riesgo y principalmente para aquellos inversores que han comprado en el mercado secundario (mercado poco líquido y sin regulación donde los inversores compran y venden acciones de empresas no cotizadas) con una rentabilidad del 260 por ciento desde el mes de diciembre.
Creemos que esto sólo es el comienzo de lo que puede ser una repetición de la burbuja vivida en el año 2000 en el sector tecnológico aunque las diferencias son enormes respecto a aquella época.
En primer lugar hablamos de modelos de negocios más maduros con más de ocho años de historia y en el caso que nos ocupa se trata de una empresa cuyos ingresos (más del 70 por ciento) son de suscripción o pago y el resto (más dudoso o donde las previsiones son más complejas) vía publicidad. Para los que somos usuarios de esta red nos parece un negocio sólido, otro tema a analizar es si lo que se está pagando por ella en bolsa ya refleja precios de burbuja (con el precio de cierre se está pagando más de 25 veces sus ingresos tomando como referencia el primer trimestre del 2011).
¿Será un hecho aislado o el comienzo de más salidas o bolsa con estos precios? Apostamos claramente por la segunda opción. Los motivos son varios aunque destacamos la euforia de los inversores que a su vez son usuarios de estas redes y la recaudación impositiva que esto genera para el Estado de California (la salida a bolsa de Google en el año 2005 incremento un 50 por ciento los ingresos vía plusvalías y stock options de sus dueños). Con todo ello, parece claro que no es un fenómeno aislado y que veremos más empresas cotizando ya que interesa a mucha gente.
¿Se puede invertir?
El mercado de fondos cotizados es tan amplio que cubre todos los activos y tenemos un ETF que seguimos muy de cerca porque invierte en las empresas que salen a bolsa, aunque tiene sus peculiaridades. Hablamos del First Trust IPOX-100 Index Fund (FPX), un producto muy interesante para poder seguir la evolución de estas nuevas empresas que salen al parqué.
Destacamos que los componentes del índice son 100 empresas y son elegidas por su tamaño, pero que no pueden formar parte de índice hasta que no pasen 6 días después de empezar a cotizar (perdemos la locura del primer día pero Google salió a bolsa en 75 por ciento y ahora cotiza por encima de 500 por ciento), por lo que no deberíamos ir corriendo detrás de los precios. Por otro lado, un valor no puede estar más de tres años dentro del índice donde destacamos a Visa, General Motors y Phillip Morris.
Otro factor adicional para posibles subidas adicionales de estas nuevas empresas que salen a bolsa es que según su tamaño (que estará directamente relacionado con su futuro comportamiento bursátil) formarán parte de los principales índices del sector que serán replicados por los correspondientes fondos cotizados (ver gráfico).