La marejada sacudió a la junta de accionistas celebrada ayer por Sacyr Vallehermoso. El principal objetivo pasó por reestructurar su consejo de administración para adecuarlo a la estructura actual de su capital social.
La polémica llegó cuando el principal accionista de Sacyr, Demetrio Carceller contempló impugnar, junto con Abelló y su aliado Sandocan, la junta del grupo al mostrar su disconformidad en el nombramiento de dos consejeros propuestos por el presidente de la constructora, Luis del Rivero, y el videpresidente Manuel Manrique. Al considerar que tal elección duplica así la presencia de sendos en el consejo de administración.
Pero no fueron las únicas claves del encuentro. Por un lado, Sacyr dio a conocer su intención de cerrar las negociaciones con el sindicato bancario para refinanciar el crédito, de 4.987 millones de euros, con el que compró el 20 por ciento de Repsol. Por otro, la vuelta al reparto de dividendo después de dos años sin hacerlo. En concreto, el próximo 24 de mayo pagará 0,1 euros por acción.
La consecuencia más inmediata ha venido en forma de mejora de recomendación. Así, la media de bancos de inversión aconseja comprar sus títulos, al disponer aún de un recorrido del 40 por ciento. En lo que llevamos de año, las acciones de Sacyr arrojan una rentabilidad del 65,11%.
