MADRID (Reuters) - El Gobierno defendió el viernes el viaje de los Reyes a Ceuta y Melilla de la semana próxima, después de que Marruecos reaccionara ayer con indignación a la visita a unos enclaves que Rabat reclama como suyos.
"La normalidad de que los monarcas visiten las dos ciudades autónomas, la normalidad de que los ceutíes y melillenses vean satisfecha una demanda largamente esperada (..), y la normalidad también de que dos países aliados y amigos, a pesar de que puedan mantener algunas diferencias, esas no sean suficientes para empañar lazos históricos y una estrecha y fructífera cooperación", dijo De la Vega en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ya molestó al país norteafricano en 2006 con la primera visita oficial de un jefe de Gobierno español a Ceuta y Melilla desde 1981.
"El Gobierno de Su Majestad sólo puede expresar su fuerte rechazo y total desaprobación de esta lamentable iniciativa, sean cuales sean la motivación o las intenciones", dijo el portavoz del Gobierno marroquí, Jalid Naciri, a los periodistas el jueves en Rabat.
Ambos enclaves, que han crecido mucho por, entre otras cosas, la venta de objetos de contrabando a Marruecos, están rodeados de vallas con alambres de espino patrulladas por perros y cámaras para impedir que los desesperados inmigrantes africanos ilegales entren en las ciudades con el objetivo de llegar a Europa después.