
Barcelona, 11 may (EFE).- La dirección de la empresa de batidos Cacaolat ha presentado hoy al juzgado mercantil número seis de Barcelona un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) temporal para mejorar la situación financiera de la filial de Cacaolat, actualmente en concurso de acreedores.
Según han confirmado a Efe fuentes judiciales conocedoras del proceso, ahora el titular del juzgado número seis deberá aprobar la conveniencia de este ERE para garantizar la viabilidad de la empresa hasta que se pueda levantar el concurso.
Ésta es la medida más inmediata del plan de viabilidad para mejorar la situación financiera del grupo, según han explicado las mismas fuentes jurídicas conocedoras del caso.
Fuentes sindicales se han limitado a señalar que desconocen el alcance del expediente en número de trabajadores afectados, aunque no descartan que afecte tanto a las plantillas de Cataluña como de Aragón, que suman alrededor de 500 personas.
Cualquier medida de este tipo, como un ERE temporal, ha de ser aprobada por la administración concursal y por el juez que tutela el caso, tal y como ocurre siempre en los procesos concursales.
Por su parte, el plan de viabilidad de la empresa tendrá que recibir el visto bueno de la administración concursal, del juzgado que supervisa el concurso y, posteriormente, de los principales acreedores de la compañía.
El concurso de acreedores tiene como administradores designados por el juez a la auditora de cuentas Deloitte y al abogado Juan Antonio Borrás Abos y se presentó en el proceso en que diversas empresas de Nueva Rumasa, entre ellas Cacaolat, entraron en suspensión de pagos el pasado mes de marzo al ser incapaces de asumir su deuda financiera.
Además de las plantas catalanas de Barcelona y Parets del Vallès (Barcelona), Cacaolat cuenta con una planta en Utebo (Zaragoza), donde desde principios de abril, a raíz de una reunión en la sede del gobierno aragonés, ya planeaba el posible ERE temporal como medida de viabilidad, según explican fuentes del comité de empresa de la planta.
En dicha reunión entre la empresa, los trabajadores y el ejecutivo aragonés, se habló de aplicar la medida en el horizonte de un año, con un máximo de 180 días de afectación.
La medida para la planta aragonesa, que tiene 106 trabajadores y de la que dependen también ganaderos, formará parte del plan de viabilidad para la sede en Utebo, también en concurso de acreedores.
Actualmente, y tras unos primeros días de nerviosismo tras la declaración del concurso de acreedores, las plantas de Cacaolat en Cataluña están funcionando con relativa normalidad y los proveedores están abasteciendo las plantas productivas, según explican fuentes sindicales.
Por su parte, la plantilla zaragozana subraya que lleva más de un mes con la producción "casi paralizada" y que sólo han producido pedidos específicos para instituciones, aunque las últimas informaciones recibidas por los trabajadores apuntan a que se reprenderá en breve.
La marca catalana fue adquirida a Parmalat España por Nueva Rumasa en el mismo paquete en el que compró otras empresas de alimentación del grupo italiano en nuestro país, entre ellas Clesa, en el año 2007, por un total de 188 millones.
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