La poca actividad en el mercado , no sólo a causa de la incertidumbre sino de los distintos festivos, sigue presente porque continúan los focos de preocupación entre los inversores: la crisis periférica en la Zona Euro, la rebaja de la perspectiva de rating tanto en EEUU como en Japón, y la tensión en el norte de África y Oriente Medio. Una semana más, los bancos se posicionan como alternativa más estable.
Aumentan las posibilidades de reestructuración de la deuda griega, y continúa al alza la prima de riesgo de los 'países periféricos'. La de Grecia sobrepasó los 1210 puntos básicos, y la de Portugal 640. En España, continúa por encima de los 200 puntos básicos, lo que demuestra que todavía serán necesarios avances importantes en la reducción del déficit y una aceleración en las reformas. En resumen, habrá que esperar hasta junio, cuando se presenten las definitivas reformas de los mecanismos de rescate (temporal y permanente) en la Unión Europea, para tener un panorama algo más claro.
En cuanto a EEUU y Japón, ambos han recibido avisos de posible rebaja de ráting, por problemas de déficit y no tan buenas expectativas de crecimiento, confirmándose que ningún país puede eludir la cuestión fiscal. Y en el norte de África y Oriente Medio, los conflictos sociopolíticos continúan presionando al alza los precios del petróleo. En este escenario, parece que son las empresas las que ponen la nota positiva, tras darse a conocer resultados del primer trimestre que en muchos casos mejoran las estimaciones del mercado.
La reunión mensual del BCE va a ser el foco de atención en la semana que entra, así como la posterior rueda de prensa de Trichet, una vez que la Fed ha asumido una postura distinta al BCE en cuanto a tipos, priorizando el binomio PIB y empleo sobre la inflación. La actitud del BCE será menos agresiva que la de la Fed.
En cualquier caso, las circunstancias siguen aconsejando la prudencia como la mejor estrategia en la actualdiad. Para inversores que consideran que España está en mejor situación que el resto de la periferia, la deuda senior de los grandes bancos españoles y La Caixa, así como cédulas hipotecarias es la mejor opción. No sólo por la alta calificación crediticia, sino también por su atractivo diferencial. En muchos casos, el inversor logra mayor rentabilidad comprando estos bonos que con una IPF para un mismo banco/emisor y plazo.