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El dividendo de Repsol crecerá casi un 50% en los próximos cuatro ejercicios

La retribución se incrementará al final de su plan estratégico desde los 1,05 hasta los 1,54 euros. El porcentaje de beneficio que se destinará a la retribución se estabilizará en torno al 50%

Durante la última junta general de accionistas que celebró Repsol la semana pasada, el presidente de la compañía, Antonio Brufau, no sólo anunció el incremento del 23,5 por ciento en el dividendo con cargo a 2010, hasta 1,05 euros (ver gráfico), lo que devuelve a la petrolera a los niveles de 2008. También afirmó que uno de los retos que se ha marcado en el contexto de su plan estratégico 2010-2014 es conseguir que su dividendo experimente crecimientos de doble dígito en el futuro. La cuestión es que Brufau no fijó objetivos concretos, ni dio cifras que se hayan reflejado en las presentaciones que aportó la compañía.

Lo que muestran las previsiones que maneja el consenso de mercado es un crecimiento medio del 10 por ciento anualizado, desde los 1,05 ya reconquistados hasta los 1,54 euros que alcanzará al final del actual plan estratégico, en 2014. Es decir, que el inversor con vocación de largo plazo obtendrá una retribución un 47 por ciento superior al actual dentro de cuatro ejercicios.

Yendo a lo concreto, es decir, a qué se espera para este ejercicio, la media de bancos de inversión prevé que la remuneración que Repsol entregue a sus accionistas con cargo a los resultados de 2011 tendrá una cuantía de 1,12 euros por acción, lo que supone un incremento del 7 por ciento. Pero hay casas de análisis que se muestran más optimistas con la remuneración: Kepler Capital calcula que repartirá 1,17 euros por acción y otras 9 firmas entre las que figuran Credit Suisse, Société Générale y Deutsche Bank, lo sitúan en 1,15 euros.

En cualquier caso, lo que reflejan estos datos es que Repsol guarda planes ambiciosos para su dividendo, ahora que ha retomado la senda alcista que se truncó en 2009, cuando se vio obligada a recortarlo hasta los 0,85 euros por acción.

Una fuente del mercado que no quiere ser citada explica que este plan estratégico "deja claros los objetivos de dividendos" excepto en 2014, cuando "los impactos financieros serán mayores debido a las inversiones en Brasil".

La compañía explica en la presentación de su balance del 2010 que "la caja generada puede financiar inversiones, incrementar dividendo y mejorar el ratio de apalancamiento". ¿Cómo conseguirá estos propósitos? Primero, la compañía tratará de compensar el impacto que tendrá en sus resultados la reducción de la participación en YPF. Repsol controla el 68,23 por ciento de su filial argentina, aunque quiere reducir hasta el 51 por ciento.

Alejandro Miranda, analista de Interdin, explica que la petrolera optará por "recuperar comprando activos concretos, especialmente la parte de upstream (búsqueda de yacimientos y su explotación), en otras zonas geográficas". Entre 2008 y 2011, la española ha realizado 34 descubrimientos, repartidos entre las dos Américas, el Magreb, España y Sierra Leona.

Respecto al segundo objetivo de Repsol, la media de analistas estima que la petrolera terminará 2011 con unas ganancias de 2.640 millones de euros y un apalancamiento de 1,15 veces la relación entre su deuda neta y su beneficio bruto de explotación (ebitda). Sin embargo, no se debe ignorar un dato que las agencias de calificación crediticia están mirando con lupa (ver apoyo), que al controlar un 30 por ciento de Gas Natural tiene que responder por la deuda que contrajo la gasista al adquirir Unión Fenosa. Es decir, que el endeudamiento de Repsol, sin tener en cuenta este hecho, sería inferior al de las previsiones.

Cómo será el 'pay out'

Para abonar los 1,12 euros del dividendo correspondiente a 2011, Repsol tendrá que destinar casi el 52 por ciento de sus beneficios, frente al 80 por ciento que necesitó en el annus horriblis de 2009. El porcentaje medio de beneficio que utilizará para remunerar a sus accionistas hasta el fin del plan estratégico se estabilizará en torno al 50 por ciento.

El aumento de la retribución de la compañía tiene otro efecto positivo, que explica Natalia Aguirre, de Renta 4: "Ahora su rentabilidad se acerca a lo que pagan las petroleras europeas, que están en niveles del 6 por ciento frente al 4 por ciento de Repsol, que está justificado por un mejor comportamiento bursátil"

En su día, el recorte del dividendo de Repsol en 2009 para recuperar el equilibrio financiero agrió las relaciones con su principal accionista, Sacyr, que presionó sin éxito para evitarlo. Ahora, la constructora está renegociando la deuda que contrajo para comprar el 20 por ciento del capital de la petrolera, 5.000 millones de euros. La incertidumbre en torno a esta operación provocó la aparición de rumores en torno a la venta de parte del capital que controla de la compañía.

"Lo que cobra Sacyr del dividendo de Repsol le sirve para cubrir el 20 por ciento de su participación, la posibilidad de que tuviera que vender una porción de su participación es un rumor infundado, porque Sacyr tiene hasta 2012 para refinanciarse y lo normal sería que lo consiguiera", afirma Aguirre, de Renta 4, que añade: "Si vendiera ahora, vendería con minusvalías".

Desde Interdin, Miranda explica que pese a que "2011 será un año de transición en los resultados", la situación actual de Repsol es "muchísimo más cómoda" y sostiene que "lo que le interesa a Sacyr es maximizar su beneficio".

La voluntad de Repsol de aumentar progresivamente su dividendo hasta 2014 puede recordar al compromiso que Telefónica contrajo hace unos años con sus accionistas, de incrementar su retribución hasta alcanzar una rentabilidad del 9 por ciento. Pero las comparaciones pueden ser peligrosas. No sólo por la diferencia de rentabilidad entre ambas. Sino porque en su día la petrolera no tuvo reparos en meter tijera en la cuantía que había comprometido, mientras que Telefónica ha hecho de la mejora de su retribución una asignatura ineludible.

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