Bolsa, mercados y cotizaciones

¿Es descabellado invertir en estos momentos en deuda pública española?

En la jornada de ayer el bono español a diez años alcanzó una prima de riesgo respecto al bono alemán de más de 230 puntos básicos y una rentabilidad del 5,554%. Unos movimientos derivados de la desconfianza que ha vuelto a generar España respecto a la posibilidad de que no pudiera atender sus obligaciones financieras por si misma y tuviera que recurrir al fondo de rescate.

Ante esta situación es factible preguntarse si en estos momentos la inversión en renta fija española es algo descabellado, podemos identificar argumentos a favor y en contra. Una de las ideas erroneamente más difundidas entre la gente es que los activos de renta fija carecen de riesgo, sin embargo la realidad se encarga de desmentir esta concepción. Si nuestra intención es adquirir títulos de renta fija y mantenerlos hasta su vencimiento el riesgo que se asume es la posibilidad que en lo que dure el "ciclo de vida" del título de renta fija, el país emisor pueda caer en quiebra técnica y no poder hacer frente a sus obligaciones financieras, con lo que el inversor no podría cobrar la totalidad del principal más los intereses devengados. La probabiliad de que eso ocurra es reducida pero ni mucho menos imposible, solo basta mirar los casos de Grecia, Irlanda y Portugal, países que por si mismos no eran capaces de hacer frente a sus cargas financieras y se han visto obligados a acudir al Fondo de rescate Europeo.

Pero además de ese riesgo, la renta fija puede incorporar otros peligros si el inversor desea amortizar o vender antes del vencimiento de la emisión. Ya que los precios de compra y de venta de los títulos de renta fija, una vez emitidos se forman en mercados secundarios y su cotización depende de la acción de la oferta y la demanda. Si por ejemplo un inversor compra sobre la par por 100 euros un bono a tres años que le aporte una rentabilidad del 5% , y tiene la necesidad de venderlo antes de su vencimiento que el inversor pueda venderlo a un precio igual, superior o inferior, al que lo compró depende de la rentabilidad que en ese momento estén arrojando ese tipo de bonos en el mercado. Si la rentabilidad cuando lo vende ha subido a un 6% el inversor no podrá vender su bono a 100 euros ya que en ese instante en el mercado se pueden adquirir bonos al mismo precio con una rentabilidad del 6% en vez del 5% de modo que deberá colocarlo a un precio inferior soportando así el inversor una pérdida. Pero también puede darse el caso contrario que el inversionista comprara el bono a un determinado precio y posteriormente al amortizarlo antes de vencimiento la rentabilidad sea menor a cuando lo compró entonces el inversor podría vender el bono a un precio superior al que compró dicho título obteniendo así una ganancia con esa operación.

La cuestion ahora mismo por tanto es, si ahora se dan las condiciones para comprar barato y vender caro el bono español a diez años. Si observamos los datos recientes, tenemos razones para pensar que si y también para pensar lo contrario. Por un lado la rentabilidad del bono español alcanzó ayer su nivel más alto desde el año 2000 después de experimentar una subida en esa sesión de más del 13%. Con lo que en este sentido la posibilidad de que la rentabilidad futura del bono sea menor, aumenta. De manera que en estos momentos adquirir deuda española permitiria obtener ganancias especulando con ese activo. Pero por otro lado a España ya no le quedan "barreras" ante un eventual rescate ya que tras la intervención de Portugal, es el siguiente país de la lista, con lo que si la tensión de los mercados financieros se focaliza en los bonos españoles su rentabilidad futura tendrá que subir con lo que los actuales tenederoes de deuda española afrontarían perdidas si se desprendieran de sus títulos antes del vencimiento.

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