ESTAMBUL (Reuters) - El primer ministro turco Tayyip Erdogan pidió el viernes a Bagdad que cierre los campos administrados por rebeldes separatistas kurdos en el norte de Irak y entregue a los líderes guerrilleros.
Bagdad, apoyada por Washington, instó a Turquía a evitar una acción militar, diciendo que podría desestabilizar a toda la región, pero también dijo a los combatientes rebeldes que abandonen Irak.
Se cree que unos 3.000 rebeldes del clandestino Partido de los Trabajadores Kurdos (PKK), incluidos sus líderes, se esconden en el norte montañoso y mayoritariamente kurdo de Irak.
NO HAY VUELTA ATRÁS
Cicek, que supervisa la coordinación de los esfuerzos antiterroristas de Turquía, dijo que "las necesidades militares" iban a dictar el tiempo y la amplitud de cualquier operación del Ejército.
La dura postura de Turquía ha provocado el aumento de los precios mundiales del petróleo y generado más tensión en las complejas relaciones entre Ankara y Washington y sus aliados de la OTAN.
Pero Cicek repitió la negativa de Ankara a negociar directamente con la administración kurda iraquí.
/Por Daren Butler/
