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'Pagarés', un escudo contra la inestabilidad: las turbulencias disparan las emisiones y la negociación

Su nombre habla por sí solo. Pagaré. No es una voluntad, sino un compromiso. El que adquieren las empresas que emiten estos títulos con los inversores que los adquieren. Un pacto que tiene una gran virtud: los pagarés son activos con una vida muy breve, de 18 meses como máximo, por lo que permiten a las compañías obtener financiación a corto plazo y a los compradores recibir su dinero más los intereses correspondientes en muy poco tiempo

Esta segunda característica es, precisamente, la que está disparando el atractivo de los pagarés en los últimos meses. Para variar, esta tendencia tiene su origen en la incertidumbre provocada por la crisis de las hipotecas de alto riesgo o baja calidad -subprime, en inglés- en Estados Unidos.

"Se ha producido un espectacular crecimiento de la demanda porque los inversores prefieren tener activos líquidos antes que productos a un plazo mayor porque así evitan la inestabilidad", asegura Julio Alcántara, director general de AIAF, el mercado español de deuda privada.

Los principales inversores, institucionales

Más en concreto, los clientes más interesados ahora en los pagarés responden a un perfil muy claro: "Los principales inversores son los institucionales, como los fondos de pensiones, los fondos de inversión y las aseguradoras", precisa Alcántara, quien añade que "las empresas también siguen destinando sus puntas de tesorería a estos títulos".

Por tanto, en plena tormenta financiera los pagarés figuran entre los principales escudos para capear el temporal por su corta vida. De hecho, los más demandados son los que se emiten a un mes o menos.

Hablan por sí solas

Pero los inversores tampoco pierden de vista la rentabilidad que ofrecen estos productos. Según AIAF, el interés medio de los títulos a 12 meses se acerca al 4,9 por ciento, cuando la rentabilidad de las Letras del Tesoro de igual vencimiento se encuentra en el 4,14 por ciento. Las cifras confirman el interés que despiertan los pagarés.

Hasta septiembre, las emisiones se han incrementado en un 40 por ciento con respecto al mismo periodo de 2006. También ha aumentado la negociación, que ha crecido un 26,3 por ciento -ver gráfico-. Y el saldo vivo, es decir, el conjunto de pagarés que hay en circulación, ya supera los 100.000 millones de euros.

Predominio de los pagarés

"Hasta la fecha, el saldo ha sumado 11.000 millones más en octubre, una cifra muy importante si se considera que en todo 2006 los pagarés en activo crecieron en 70.000 millones de euros", asegura Julio Alcántara.

A su vez, estos datos confirman el predominio de los pagarés dentro del mercado de deuda corporativa. No en vano, estos productos concentran el 52,6 por ciento de la contratación total registrada en AIAF hasta septiembre.

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