A la espera de la fecha. Portugal está retrasando algo que el mercado ya da por descontado. Y si no, ya están agencias de rating para recordar la delicada situación que vive el país luso y la necesidad de un rescate. A los recortes de rating de la semana pasada se suman los que ayer hizo Moodys y Fitch. Un nuevo aviso que puso de nuevo en alerta a los bancos españoles por su exposición a la deuda portuguesa y que se tradujo en importantes caídas que llevó al índice español -muy bancarizado- a ceder un 0,72 por ciento y perder los 10.700 al cerrar la jornada en 10.678 puntos. Retrocesos que el sector lidera desde que el primer ministro portugués, José Sócrates, dimitió el 23 de marzo al ser rechazado su plan de recortes.
Pero Portugal no es España. Ése es el mensaje que está transmitiendo el mercado en los últimos días. Y hoy la prima de riesgo volvió a confirmarlo. La diferencia entre la rentabilidad del bono español a 10 años y su homólogo alemán se mantuvo en los 190 puntos básicos, frente a los 283 que llegó a alcanzar en noviembre. Sin embargo, la realidad es que hay cierto temor y ante un inminente rescate, los inversores se lanzan a vender los títulos que tienen en banca española aunque, en conjunto, sólo cuenten con 3.278 millones de euros de deuda pública del país vecino. Hoy, todos los bancos cerraron en negativo con caídas en el caso de Santander, Bankinter y BBVA que oscilaron entre el 1 y el 1,4 por ciento.
Los inversores también se van
La dimisión del primer ministro portugués, José Sócrates, aumentó los rumores de un rescate inminente. Algo que hizo reaccionar al parqué. Las ventas en el índice español se han centrado desde el 23 de marzo -día en que Sócrates abandonó el gobierno- principalmente en el sector bancario, también castigado por la situación que viven las cajas. A pesar de ser el menos expuesto a la deuda portuguesa -sólo tiene 58 millones y apenas el 0,3 por ciento de su beneficio procede del país vecino-, BBVA es el que acumula los mayores retrocesos, un 4,6 por ciento, hasta los 8,5 euros por título.
Tras Telecinco, Popular es otro de los más penalizados por su dependencia con el país luso es mayor. El 2,9 por ciento del beneficio del banco mediano y el 8,6 por ciento de sus activos proceden de Portugal a lo que se le suma una exposición a la deuda portuguesa de 600 millones, lo que lleva a Popular a ceder desde entonces más de un 3 por ciento. En cambio, los riesgos que puede suponer un rescate de Portugal en Santander -el 4 por ciento de sus activos y su beneficio procede del oeste de la península- son grandes ya que es el más expuesto con 2.400 millones. Sin embargo, sus títulos están aguantando la incertidumbre generada con caídas de algo más del 3 por ciento.
Los retrocesos de Sabadell y Bankinter son menores. Se dejan un 2,5 y un 0,2 por ciento, respectivamente. En el caso de Bankinter tiene su explicación: no tiene deuda lusa.